Stanford apenas quedó fuera de los playoffs del fútbol americano universitario, y Christian McCaffrey estuvo cerca de ganar el Trofeo Heisman.
McCaffrey y el Cardinal lucieron impecables en su paliza sobre Iowa en el Rose Bowl.
McCaffrey atrapó un pase de 75 yardas para touchdown en la primera jugada a la ofensiva y cubrió 66 yardas en una devolución de despeje para anotar de nuevo mientras imponía un record de Rose Bowl con 368 yardas totales, guiando a Stanford a vencer el viernes 45-16 sobre los Hawkeyes.
Kevin Hogan lanzó para 223 yardas y tres touchdowns en su último juego con el Cardinal (12-2), que ganó el Rose Bowl por segunda ocasión en tres actuaciones en los últimos cuatro años.
McCaffrey jugó de manera sublime en su debut en el tazón de mayor antigüedad, rompiendo la marca de yardas totales establecida por Jared Abbrederis con Wisconsin en 2012.
McCaffrey terminó en segundo lugar, sólo detrás de Derrick Henry de Alabama, en la votación al Heisman, pero el veloz jugador de segundo año no dejó dudas sobre su capacidad con una de las actuaciones más dinámicas en los 102 años de historia del Rose Bowl.
Recorrió 172 yardas por tierra, 105 por aire y 91 en devoluciones de despejes, coronando una temporada en la que fijó la marca universitaria para yardas totales. McCaffrey de paso se convirtió en el primer jugador en la historia en sumar más de 100 yardas terrestres y 100 aéreas en un Rose Bowl.