Es como si Lionel Messi y Cristiano Ronaldo estuvieran disponibles a cambio de nada y siguieran siendo las grandes estrellas del fútbol. No son ellos, pero en los banquillos se vive una situación similar. Se trata de José Mourinho y Pep Guardiola.
Dos de las mentes más brillantes y entrenadores más exitosos, están disponibles uno de ellos en este preciso momento. El otro al final de la temporada y sin que sean necesarias cuotas de compensación para sacar a alguno de ellos de su contrato actual.
Están libres para ser contratados debido a circunstancias contrastantes, pero que no les restan atractivo.
La reputación de Mourinho se ha visto afectada luego de ser despedido del Chelsea por segunda ocasión. Guardiola eligió dejar el Bayern Munich al final de la temporada, saliendo bajo sus propios términos en junio, tal y como lo hizo del Barcelona.
Su disponibilidad provocará temor en los actuales técnicos de los clubes de élite de Europa, cuyos empleos repentinamente se volvieron mucho más inestables.
Para un dueño en necesidad de resultados inmediatos, Mourinho está disponible y la próxima vacante de lujo podría abrirse en el Manchester United.
Louis van Gaal ha enfrentado la furia de la afición durante su racha de seis juegos sin victoria, incluyendo derrotas consecutivas y vergonzosas ante los recién ascendidos Bournemouth y Norwich. Un nuevo tropiezo el sábado contra el Stoke y su trabajo podría estar en peligro inminente.
El próximo jefe de Mourinho debe esperar que sus últimos meses en el Chelsea sean una aberración de lo que ha sido una exitosa carrera. El portugués deberá poner fin definitivamente a sus posturas de confrontación en público, luego de haber anunciado que era el «Happy One» tras volver al Chelsea en 2013. Prensa, jugadores, árbitros y médicos estuvieron todos a favor del despido de «Mou» una vez que su autoridad en el Chelsea se evaporó.
Tal vez, el Real Madrid decida que el distanciamiento de Rafa Benitez con la afición sea suficiente para traer de vuelta al polémico Mourinho. Aunque ello signifique que la Liga Premier no tenga una posible reunión entre los dos acérrimos rivales, Mourinho y Guardiola.
Incluso mucho antes de que el Bayern Munich anunciara el domingo la salida de Guardiola, el catalán de 44 años ya había sido vinculado al timón del Manchester City, que actualmente está bajo las riendas del chileno Manuel Pellegrini.
Pellegrini difícilmente puede quejarse si su sucesor ya está formado detrás de él, tal como el andino hizo antes del despido de Roberto Mancini, quien a su vez hizo lo mismo cuando Mark Hughes fue despedido en un caótico cambio de entrenadores del City.
«Pep Guardiola trabajará aquí», afirmó Pellegrini durante el fin de semana. «No sé si será la siguiente temporada aquí en el City o incluso en otro club, pero estoy seguro que un día vendrá a la Liga Premier».
«Él está buscando un nuevo reto, y casi se disculpó por ello», declaró el lunes el presidente del Bayern Munich, Karl-Heinz Rummenigge, al periódico alemán Bild. «Creo saber adónde está yendo», agregó Rummenigge. «Pero me gustaría dejarle el anuncio a él o a su nuevo empleador».