El primer partido de Golden State Warriors ante los Nets tuvo un final electrizante. Por un momento, pareció que la revancha disputada el domingo iba por el mismo camino. Pero Stephen Curry montó uno de sus tradicionales espectáculos para restarle suspenso al compromiso.
Curry anotó 16 de sus 28 puntos en el tercer periodo y los Warriors estiraron a 22-0 la foja con la que han establecido un récord de la NBA en el comienzo de esta campaña, al aplastar el domingo 114-98 a Brooklyn.
Draymond Green añadió 22 unidades, nueve rebotes y siete asistencias. Klay Thompson sumó 21 tantos por los Warriors, que hilaron su 26to triunfo seguido en la temporada regular.
Con esa seguidilla, que se remonta a la campaña anterior, Golden State está a una victoria de igualar la segunda mejor en la historia de la NBA, conseguida por el Heat de Miami en la temporada 2012-13. Los Warriors ostentan ya el mejor inicio de una temporada en la historia.
También por los Warriors, el brasileño Leandro Barbosa acumuló 11 puntos, tres rebotes y una asistencia.
Tras alcanzar la cifra de 40 puntos en dos encuentros seguidos, Curry tuvo una actuación relativamente discreta e incluso algo errática. Falló sus primeros tres tiros libres.
Pero luego, el astro ayudó a que los Warriors recuperaran el control del encuentro ante un equipo que casi los venció en esta campaña. Esta vez, Golden State resolvió el trámite con mucha mayor serenidad.
«Tan sólo traté de ampliar un poco la ventaja y de causar un impacto en el partido», dijo Curry. «Y todo comenzó a funcionar».
Curry anotó 11 puntos durante una racha de 15-4. En ese mismo ataque, lanzó un pase elevado para que Festus Ezeli clavara el balón en el aro, con lo que concluyó el tercer cuarto.
«Eso es lo que hacen los grandes jugadores. Además, él tiene un gran equipo», indicó el entrenador de los Nets, Lionel Hollins. «Él no tiene que salir y hacer esto todo el tiempo. La noche anterior anotó 44 puntos. Hace dos noches, cuando visitaron Charlotte, logró 43. Cuando necesita hacer esto lo hace, y en caso contrario, asume un papel secundario y cede el protagonismo a sus compañeros».
NUEVA YORK (AP)