Boca Juniors se consagró el domingo como el nuevo campeón del fútbol argentino tras vencer por 1-0 al visitante Tigre, en el marco de la 29na fecha.
Todos los ojos estaban puestos en la Bombonera, ya que una victoria del local significaría un nuevo campeón en Argentina, sin importar lo que sucediera con los partidos de Rosario Central y San Lorenzo.
Tras un arranque furioso, el ritmo de Boca cayó y el encuentro entró en una meseta. Sin embargo, antes de que el nerviosismo invadiera la cancha, Fabián Monzón puso de cabeza el 1-0 a los 41. A partir de ese momento, la tranquilidad llegó a la Bombonera, no sólo por la ventaja del dueño de casa, sino porque al mismo tiempo Banfield vencía a Rosario Central.
El complemento fue casi anecdótico. Boca manejó los tiempos y Tigre luchó contra su incapacidad para crear situaciones de peligro. Así, el partido se consumió y llegó el desahogo para todos los hinchas Xeneizes, que hace cuatro años no gritaban campeón.
La última consagración del equipo había sido en 2011 bajo la conducción técnica de Julio César Falcioni.
«Fuimos los mejores de principio a fin. Este equipo defendió los colores como debía hacerlo», afirmó el técnico Rodolfo Arruabarrena antes de dar la vuelta olímpica.
Este torneo significa la 25ta estrella para Boca. El conjunto de la ribera llegó a los 64 puntos, a falta de una jornada para el final. Además, los dirigidos por Arruabarrena son el equipo más goleador con 48 anotaciones en estas 29 jornadas.
El goleador de los Xeneizes en esta campaña fue Jonathan Calleri, con 10 tantos. Sin embargo, el jugador clave de este equipo fue Carlos Tevez, quien decidió dejar la Juventus de Italia para salir campeón con el club de sus amores.
Desde que llegó el delantero, Boca ganó 10 de los 13 partidos que disputó por el torneo local. Más allá de que no jugó en todos, sin duda el impulso anímico de tener un jugador de talla mundial en el plantel fue un aliciente para sus compañeros.
El «Apache» tiene cinco goles en este campeonato.
«Vine para sentir otra vez esta emoción. Se me hace difícil hablar. Estos chicos necesitaban este campeonato. A partir de ahora se va a ver un nuevo Boca», declaró Tévez, apenas finalizado el encuentro.
Ahora, el objetivo de Boca será la final de la Copa Argentina que disputará el miércoles contra Rosario Central.
Al mismo tiempo, Central cayó en por 2-1 en su visita a Banfield. Giovani Simeone y Claudio Villagra marcaron para el local, en tanto que Franco Niell descontó para los rosarinos.
Eduardo Coudet, técnico de Central, decidió poner un equipo con varios suplentes teniendo en cuenta la final de la Copa Argentina. Marco Ruben, máximo artillero del certamen, fue suplente y entró a tres minutos del final.
En simultáneo, San Lorenzo derrotó por 2-0 a Temperley con anotaciones de Martín Cauteruccio y Nicolás Blandi. Si bien no le alcanzó para llegar con posibilidades de campeonar a la última fecha, el Ciclón aspira a salir segundo para clasificar directamente a la Copa Libertadores.
Por ahora, San Lorenzo ocupa el segundo escalón de la tabla con 58 unidades. Por su parte, Temperley deberá jugarse su estadía en primera división en la última jornada.
En otro partido relacionado con la permanencia, Huracán cayó por 2-1 en su visita a Quilmes y no logró el punto que necesitaba para salvarse del descenso.
Las victorias de Colón y Nueva Chicago el viernes habían metido algo de presión a Huracán, que sabía que con un empate estaría salvado del descenso.
Sin embargo, Quilmes, totalmente renovado desde la llegada del entrenador Facundo Sava, no tuvo piedad con el elenco visitante. El conjunto cervecero se adelantó en el marcador a los 44 con un gran tanto de Claudio Bieler , segundo goleador del certamen con 14 anotaciones.
Huracán llegó a la igualdad a los 68, con un disparo de Daniel Montenegro. Sin embargo, la alegría duró poco para el Globo. Cinco minutos después, el defensor Federico Mancinelli cometió una infracción dentro del área y vio la segunda amarilla. Bieler marcó su doblete desde los doce pasos.
Ahora, el segundo equipo que descienda estará entre Temperley, Huracán y Chicago. Temperley y Huracán se salvarán con un solo punto. En caso de que pierdan y Chicago triunfe, puede darse un triangular de desempate.
La angustia de Huracán en el plano local contrasta con las ilusiones que el equipo tiene en el campo internacional. El próximo jueves, Huracán se enfrentará a River por la ida de las semifinales de la Copa Sudamericana. Por su parte, Quilmes, que desde que llegó Sava ganó nueve de 12 partidos, jugará la liguilla clasificatoria a la Copa Libertadores.
En el último encuentro, Aldosivi derrotó por 1-0 a Independiente con un gol de José Sand.
BUENOS AIRES (AP)