Si no fuese por un dramático cambio de opinión durante el verano, el jueves DeAndre Jordan habría jugado en el Staples Center vestido con la camiseta azul de los Mavericks en lugar con la blanca de los Clippers.
Jordan está contento por haberse mantenido fiel a sus primeros colores y sus compañeros le ayudaron a sellar una gran victoria ante el que podría haber sido su equipo.
Blake Griffin encestó 26 puntos y atrapó 10 rebotes, y Jamal Crawford aportó 15 tantos a la contundente victoria de los Clippers por 104-88 sobre los Mavericks de Dallas en su primer juego en Los Ángeles.
DeAndre Jordan tuvo seis puntos, 15 rebotes y cuatro tapones en su primer enfrentamiento con los Mavericks luego de sus desventuras este verano en Dallas. Jordan acordó provisionalmente fichar por los Mavs como agente libre antes de que la directiva de los Clippers y los jugadores viajaran a su casa de Houston para convencerle de regresar a Los Ángeles, enfadando al propietario de la franquicia, Mark Cuban, y a la afición.
«Definitivamente es un juego emotivo», dijo Jordan, que se negó a hablar directamente de la debacle de Dallas. «Obviamente había mucha emoción porque era nuestro primer partido en casa. Queríamos dar a la afición lo que había perdido».
El juego fue bronco tanto sobre el parqué como en las bancas. Los equipos acumularon cuatro faltas técnicas y una serie de duras faltas personales, incluyendo una de Dirk Nowitzki que dejó a Jordan encogido y gritando sobre la pista.
«Nosotros no lo vemos así, pero obviamente tiene que haber algo de todo lo que pasó (durante el verano)», dijo el técnico de los Clippers, Doc Rivers.
Austin Rivers anotó 14 puntos para los Clippers, que lograron adelantarse en el marcador con comodidad en la segunda mitad con una gran actuación de su banca.
Nowitzki aportó 16 punto a los Mavericks, que jugaron sin dos bases titulares, Deron Williams y Wesley Matthews, de baja por lesión.
El puertorriqueño J. J. Barea encestó 12 tantos en los 21 minutos que estuvo sobre la cancha con Dallas.
LOS ANGELES (AP)
