Yordano Ventura es el lanzallamas que suele encararse con los bateadores. Johnny Cueto es el de las voluminosas rastas y que denominó «La Mecedora» a sus peculiares movimientos antes de lanzar. Y Edinson Vólquez es el siempre risueño compañero que lanzó en el primer juego de la Serie Mundial horas después que su padre murió de un problema cardiaco.
Cuando Ventura suba al montículo del estadio Citi Field el viernes para el tercer partido, el trío de abridores de los Reales de Kansas City escribirá una página histórica en la Serie Mundial.
Será la primera vez que un equipo en el Clásico de Otoño haya alineado a tres lanzadores abridores con al menos una apertura en la serie nacidos en un país extranjero, según STATS. Y además, todos de la República Dominicana.
«El que estemos todos los tres juntos en esto no tiene precio», dijo Ventura. «Te enorgullece ser parte de algo histórico, pero también debes saber que es algo único. Nadie sabe si volveremos a tener a tres pitchers dominicanos abriendo en una Serie Mundial».
Antes de la presente campaña, seis equipos en Serie Mundial habían usado a un máximo de dos lanzadores provenientes de otros países, de acuerdo con STATS. Entre los países de origen se encuentran Cuba, Canadá, Venezuela y Holanda.
Ventura subirá a la lomita por Kansas City con ventaja de 2-0 en la serie.
Cualquiera diría que la República Dominicana se ha tomado el camerino de los Reales.
«Fíjate, estamos todos en línea, es como una vecindad dominicana aquí», dijo Kelvin Herrera, pieza clave del bullpen de los Reales y también dominicano. «Tenemos nuestras familias a la que dedicamos tiempo. Pero pasamos más tiempo juntos en el terreno, y eso nos convierte en una familia, en seres queridos».
La familia dominicana de abridores derechos se conformó durante el último año.
Aunque es el más joven de los tres, Ventura es quien tiene más tiempo de servicio con los Reales. Fue el ganador del sexto partido de la Serie Mundial del año pasado y esta temporada registró el promedio de velocidad más elevado, de 96,79 millas por hora, de los abridores que fueron elegibles al título de efectividad.
Después que dejaron partir al as James Shields en la agencia libre, los Reales adquirieron a Vólquez al ofrecerle un contrato de dos años y 20 millones de dólares. Acabó como líder del equipo con 13 victorias y efectividad de 3.55.
El pitcher de 32 años toleró tres carreras en seis innings ante los Mets de Nueva York en el primer juego de la serie. Su padre Daniel Vólquez, un mecánico de 63 años, falleció poco antes que su hijo subiera al montículo del Kauffman Stadium. Los Reales se impusieron 5-4 en 14 innings.
Cueto, que se convertirá en agente libre al final de la temporada, llegó a fines de julio tras un canje con Cincinnati. Los Reales se desprendieron de tres pitchers zurdos, todos prospectos, para que les ayudara en el asalto al primer campeonato desde 1985. Cueto no defraudó la noche del miércoles, al cubrir la ruta completa al aislar apenas dos hits en una victoria por 7-1.
Cueto y Vólquez fueron compañeros con los Rojos, ambos abriendo juegos en la serie divisional de la Liga Nacional en 2010 contra Filadelfia.
«Cuando llegué estaba un poquito extraño porque no conocía a muchos de los compañeros, pero después uno se va adaptando», contó Vólquez sobre los tres meses que lleva en Kansas City. «Somos tres dominicanos y buenos pitchers. Nos llevamos como hermanos, uno no envidia al otro y trata de ayudar el otro».
Cueto, de 29 años, trata siempre de divertirse cuando lanza. Y se le conoce por su forma de hacerlo, con una serie de movimientos que asemejan a un bailecito antes de soltar la bola. Es lo que denomina como «La Mecedora».
Pero Ventura tiene más fama de enardecerse con facilidad ante la más mínima provocación o situación adversa. Fue suspendido siete juegos por su papel en una gresca con los Medias Blancas de Chicago el 23 de abril. También estuvo en medio de otros incidentes con Mike Trout de los Angelinos de Los Ángeles y Brett Lawrie de los Atléticos de Oakland.
De 24 años, Ventura considera a Cueto y Vólquez como mentores.
«Están en todo momento pendientes de lo que hago, dentro y fuera del terreno», señaló.
Jeremy Guthrie, otro abridor de los Reales y que el año pasado fungió como el traductor de Ventura durante la postemporada, se expresó maravillado por el grado de camaradería de los lanzadores dominicanos y el resto de los peloteros latinoamericanos en el equipo.
«De veras que son un grupo con una solidaridad que supera lo que yo he visto en otros equipos. Se inspiran entre los tres», dijo Guthrie. «Siempre andan juntos, siempre conversando, siempre haciendo bromas. Es como si tomaras a 10 amigos de tu infancia y los pusieras en un equipo, sólo que estos son jugadores que vienen de diversos países».
NUEVA YORK (AP)