LeBron James practicó el domingo por primera ocasión desde que recibió una inyección de antiinflamatorios en su espalda baja y este lunes aseguró a los medios de comunicación que jugará en la apertura de la temporada en Chicago.
James no estuvo disponible para participar en prácticas de contacto por cerca de dos semanas antes de recibir una inyección en la espalda. Recibió la misma inyección en enero y perdió dos semanas de la temporada regular.
Esta vez, sin embargo, la inyección fue planificada como medida preventiva.
Blatt, quien a propósito limitó a James a un mínimo personal de 36.1 minutos por juego la pasada temporada, dijo que podría también proteger el cuerpo de James sacándolo de prácticas según avance la temporada.
No obstante, James se resistió a la noción de no practicar y aún así jugar en los partidos.
«No llegué a este punto engañando el juego», dijo James. «Si soy capaz de practicar, practicaré, si soy capaz de jugar, voy a jugar. Cuando no, me retiraré. Este juego me ha dado mucho a mí para yo alguna vez engañar el juego. Así no fue que me hice, así no fue que fui enseñado».
James se rió cuando un periodista le preguntó si estaba entrando en la temporada de «fresco», bromeando que él no se ha sentido fresco desde su año de novato. Pero parece tener una refrescada voluntad mental de cara a la temporada.