Chase Utley quedó haciéndole compañía a John Rocker y Pete Rose como los jugadores más detestados por los fanáticos de los Mets, algo que se plasmó con un intenso abucheo y cánticos insultantes dirigidos al segunda base de los Dodgers de Los Ángeles cuando el lunes fue presentado previo al tercero juego de la serie de playoffs.
A la altura del quinto inning, con los Mets despegándose rumbo a una victoria 13-7 para ponerse arriba 2-1 en la serie, su nombre fue objeto de bromas, con los fanáticos coreando: «¡Queremos a Utley!» y «¿Dónde está Utley?».
Dos días después que su deslizamiento para evitar un doble play acabó fracturándole la pierna derecha al torpedero de los Mets Rubén Tejada en el Dodger Stadium, Utley estaba habilitado para jugar en lo que apela una suspensión de dos partidos. Pero no jugó, ni siquiera con una desigual ventaja del equipo de casa.
La atención del primer juego de postemporada en la historia del Citi Field se enfocó casi que exclusivamente en Utley, blanco de abucheos en el estadio y hasta en la ruta del metro de la ciudad que conduce al parque. Hasta el alcalde de la ciudad Bill de Blasio dio su veredicto sobre Utley: «culpable».
El abucheo se disparó cuando Utley fue presentado dentro del grupo de jugadores suplentes de los Dodgers, en medio de Clayton Kershaw y Justin Ruggiano. Utley se mostró impávido.
En cambio, Tejada recibió una ovación monumental cuando entró al terreno apoyándose con un bastón azul con un logo anaranjado de los Mets.
¿Cuál fue la reacción de Utley?
No se supo nada.
Steve Brener, director de publicidad de los Dodgers en los 70 y 80 que ahora se desempeña como asesor del club, se interpuso entre un par de reporteros y Utley tras el partido, diciendo que el jugador no quería responder a preguntas. Después de vestirse, Utley se retiró silencioso.
En lugar de Utley, el manager de los Dodgers Don Mattingly optó por Howie Kendrick como titular de la segunda base. «Howie viene bateando bien, y creemos que nos da la mejor oportunidad de ganar hoy», señaló Mattingly.
Kendrick tenía tres hits en ocho turnos en los primeros dos juegos de la serie, mientras que Utley se fue 2-1 en un par de apariciones como emergente. Como primer bate, Kendrick se fue de 5-2 con un jonrón de tres carreras en el noveno inning.
Previo al partido, el comisionado Rob Manfred se reunió con Mattingly, su contraparte de los Mets Terry Collins y los dos principales ejecutivos de ambos equipos, Sandy Alderson de Nueva York y Andrew Friedman de Los Ángeles. Los umpires no debieron hacer advertencias en caso de intentar represalias.
Utley apeló la suspensión de dos juegos que le impuso Grandes Ligas la noche del domingo por un deslizamiento ilegal. La apelación implica que la sanción no entra en vigor hasta que se cumpla con una audiencia y se emita un fallo.
La apelación iba a ser tramitada el mismo lunes, pero al final no pudieron.
Grandes Ligas y el sindicato de peloteros estaban negociando una fecha para una vista con el asesor especial del comisionado John McHale Jr., indicó el informante, que pidió no ser identificado porque no estaba autorizado a hablar.
Utley fue suspendido por la forma en que se tiró para tratar de romper una doble matanza en el segundo juego del sábado en Los Ángeles. En la acción se llevó por delante a Tejada, quien se perderá el resto de la postemporada.
Los Dodgers terminaron anotando cuatro carreras en esa entrada y ganando el partido 5-2. Si los umpires en el terreno de juego hubieran considerado ilegal la acción, hubieran podido cobrar una matanza doble que daba por finalizada la entrada y los Mets hubieran seguido arriba 2-1.
Utley pidió al sindicato que apelase la sanción. Su agente Joe Wolfe dijo que la acción había sido legal y que la suspensión era «absurda y totalmente inaceptable».
«El sindicato de jugadores y mi agente están manejando el proceso de apelación», dijo Utley el lunes en un comunicado. «No tengo nada más que decir, solo reiterar que me siento terrible por la lesión de Rubén».
El convenio colectivo de trabajo estipula que hay que llevar a cabo una vista en un plazo máximo de 14 días a partir de la apelación. Mientras no haya una decisión definitiva, la sanción queda en suspenso.
NUEVA YORK (AP)