Por un inning, Jorge Soler y todos los novatos de Chicago se asemejaron a un equipo experimentado en los playoffs. En tanto, los peloteros de San Luis parecieron nerviosos.
Y esa entrada en que se invirtieron los papeles bastó para dar el triunfo a los Cachorros.
Kyle Hendricks y Addison Russell realizaron toques suicidas con éxito, y el cubano Soler coronó un ataque de cinco carreras en el segundo episodio mediante un jonrón de dos vueltas, para que Chicago venciera el sábado 6-3 a los Cardenales e igualara la serie divisional de la Liga Nacional a un triunfo por bando.
«Escuchen, no podría estar más orgulloso de nuestros jugadores», destacó el manager Joe Maddon. «Cuando ganas un juego de comodines, como lo hicimos, les aseguro que te tranquilizas. No ganamos ayer (viernes), pero de ningún modo nos arrollaron».
Maddon acertó en todos sus movimientos, una noche después de que los Cachorros cayeron por 4-0 en el primer duelo. Ahora, la serie se muda al Wrigley Field para el tercer juego, que se llevará a cabo el lunes.
«Volveremos allá con la serie empatada 1-1, con nuestro perro más bravo en el montículo y con un buen ambiente», avizoró Anthony Rizzo.
Jake Arrieta, ganador de 22 encuentros con Chicago, enfrentará a Michael Wacha.
Los Cardenales, campeones de la División Central y que suelen mostrar temple en los playoffs, cometieron dos errores. Los Cachorros no tuvieron necesidad de sacar la pelota del cuadro para anotar sus primeras tres carreras en el segundo inning.
«Es duro ver a un club que ha jugado tan bien a la defensiva y que incurre en un par de cosas que son raras en nosotros», lamentó el manager Mike Matheny.
Soler, quien jugó de inicio su primer partido de postemporada, disparó su vuelacerca ante el mexicano Jaime García (0-1), retirado de la lomita por un malestar estomacal después del segundo capítulo. Los Cachorros han tratado de reincorporar paulatinamente a Soler en el plantel luego de que se recuperó de un tirón en un músculo abdominal a mediados de septiembre.
«Todo lo que intenté fue ayudar a que el equipo ganara», explicó Soler. «Él dejó un lanzamiento arriba y yo pude pegarle bien fuerte».
García dijo a sus compañeros que se sentía un poco enfermo una hora antes del juego. Sin embargo, aseguró que cumpliría un buen trabajo.
«Yo iba a lanzar, éste era mi juego», dijo García. «Trabajé muy duro todo el año para encontrarme en esta situación y, desafortunadamente, no salieron las cosas como quería. Pero no pongo pretextos».
Dexter Fowler, Soler y el dominicano Starlin Castro pegaron dos de los seis hits de Chicago en un duelo disputado frente a 47.859 espectadores, un récord de postemporada en el Busch Stadium, inaugurado hace 10 años. Entre el público había miles de seguidores de los Cachorros.
Soler aportó también un doblete y gestionó dos boletos. Los Cachorros no ganaban un encuentro de playoffs desde 2003 y habían perdido siete compromisos seguidos en las series divisionales.
Los Cardenales sacudieron tres cuadrangulares, incluido uno con el que Matt Carpenter inauguró el encuentro. Garrotazos consecutivos de Kolten Wong y del emergente Randal Grichuk, con dos outs en el quinto acto, pusieron fin a la labor de Hendricks, quien se quedó a un out de estar en condiciones de llevarse el triunfo, en lo que fue su debut dentro de los playoffs.
La victoria quedó en la estadística de Travis Wood (1-0), quien toleró un indiscutible y recetó dos ponches en dos episodios y un tercio. El venezolano Héctor Rondón, quien accidentalmente se quedó encerrado dentro del baño en el juego anterior, se acreditó el primer rescate de su vida en la postemporada.
Ahora me parece muy divertido lo que pasó ayer», dijo Rondón entre risas.
Aunque ninguna de las carreras que permitió en el segundo inning fue limpia, la primera apertura de García en la postemporada desde 2012 resultó un desastre.
Por los Cachorros, el cubano Soler de 2-2 con una anotada y dos producidas. El dominicano Castro de 4-2. El venezolano Miguel Montero de 3-0 con una anotada y una impulsada.
Por los Cardenales, el dominicano Jhonny Peralta de 4-0. El puertorriqueño Yadier Molina de 3-1.