Como había prometido, con una gran exhibición, Juan Francisco Gallo Estrada retuvo, de manera categórica, los títulos de peso Mosca de la Asociación Mundial de Boxeo y Organización Mundial de Boxeo por quinta ocasión, al noquear al también sonorense Hernán Tyson Márquez ante un lleno en el Centro de Convenciones de su natal Puerto Peñasco, Sonora.
Estrada derribó en cuatro ocasiones a Márquez entre los rounds seis y siete, y luego tres más entre los rounds nueve y 10, para consolidarse como doble monarca mundial y cumpliendo su promesa de noquear a un Tyson que sólo pudo competir los primeros cuatro rounds y luego se limitó a sobrevivir ante la maestría del Gallo.
Con este resultado, Estrada mejoró su récord a 33-2 y 24 nocauts, mientras que Márquez se quedó con 39-6-1 y 28 nocauts en una terrible jornada para él en el ensogado. El Gallo dio cátedra y demostró por qué debe ser considerado en la elite del boxeo mexicano y el mandamás entre los campeones.
Para el primer tercio del combate, Tyson demostró que no se iba a morir de nada, colocó certeros impactos en los tres primeros rounds y provocó que Estrada se pusiera alerta para contrarrestar el ataque de su paisano. Luego de cuatro episodios ya el Gallo había tomado ligera ventaja en el pleito.
La mejor condición física del Gallo, así como su excelso boxeo, le permitieron controlar el pleito mientras Márquez, desesperado, trataba de meters en su guardia sin éxito. La fanaticada estaba a favor de Juan Francisco, que poco a poco fue metiendo fuertes combinaciones a la humanidad de su retador.
En el quinto episodio el talento y preparación del de Puerto Peñasco le permitieron manejar el pleito ante un Tyson que comenzó a acusar el cansancio en el combate, en parte por haber tenido que marcar las 112 libras el viernes cuando tenía dos años que no lo hacía.
Para el sexto, Tyson demostró lo que todos pensaban sobre el pleito, que no tenía la capacidad para mantenerse de tú a tú con el campeón y visitó dos veces la lona y casi de milagro pudo terminar de pie el fatídico episodio en el que habían prometido noquearlo.
Dio la impresión que entonces era cuestión de tiempo, porque Estrada lució muy sólido y al Tyson ni las piernas ni los puños le respondieron. En el séptimo nuevamente visitó la lona el empalmense ante los puños del campeón en otro par de ocasiones pero con más corazón que otra cosa logró sobrevivir ante el castigo.
Ya en el octavo, con Márquez habiendo visitado la lona en cuatro ocasiones, se dio cuenta que sólo un milagro lo salvaría de la derrota, y de milagro no le contaron caída tras un resbalón mientras en plan grande el Gallo dominó la escena.
En el noveno metió el acelerador el Gallo y envió de nuevo al tapiz a lo que quedaba del Tyson en el pleito, pero aún así logró terminar el capítulo ante la maestría del doble campeón del mundo. Pero en el décimo, ya con nada qué hacer, fue depositado de nuevo en la lona en un par de ocasiones y fue entonces que el Gallo Estrada obligó a la detención del pleito tras la séptima caída.