José Mourinho debe añorar los días de la campaña pasada cuando lo criticaban por lo «aburrido» que era el Chelsea. El comienzo de la nueva campaña ha sido todo menos tedioso en Stamford Bridge.
La aparente tranquilidad ha dejado paso al revuelo tras la derrota ante Arsenal en el Community Shield e iniciar la defensa del título de la Liga Premier con un empate de local contra el Swansea.
Sin embargo, un triunfo sobre el Manchester City el domingo transformaría de inmediato el ambiente que rodea a los campeones.
Quizá por eso Mourinho ha resguardado a sus jugadores de las críticas; para el partido el arquero Thibaut Courtois no viajará a Manchester porque fue expulsado ante el Swansea y su lugar lo ocupará el recién contratado Asmir Begovic.
Quien se encuentra en la línea de fuego de Mourinho es el equipo de médicos del club. Al criticar públicamente a sus doctores y retirar a Eva Carneiro de su responsabilidad, Mourinho ha generado nuevas polémicas para el club.
La incapacidad de Mourinho para reforzar a su escuadra se vuelve más alarmante cuando faltan dos semanas para que se cierre el periodo de transferencias de verano.
El atacante español nacido en Brasil Diego Costa no está en plena forma y el refuerzo estelar, el colombiano Radamel Falcao tiene mucho que demostrar tras una campaña sin pena ni gloria en el Manchester United. Mourinho quiere fortalecer su defensa que fue expuesta contra el Swansea llevando a John Stones pero Everton se rehúsa a ceder al central.
Mientras Manchester City llega al duelo con Chelsea en buena condición para tratar de recuperar el título luego de su triunfo ante el West Bromwich Albion.
A diferencia del Chelsea, el City logró una adquisición importante con el fichaje de Raheem Sterling procedente del Liverpool a cambio de 49 millones de libras (76 millones de dólares).
«Va a ser una campaña complicada», dijo Sterling. «Este será nuestro primer partido en casa, por eso queremos comenzar bien».
LONDRES (AP)