Un grupo de aletas alemanes, incluido el campeón olímpico de disco Robert Harting, distribuyó un video en el que critican duramente a la federación internacional de atletismo en torno a un nuevo escándalo de dopaje.«Querida IAAF», dice Hartling, aludiendo a las siglas en inglés de la federación, «tenemos que tomar medidas».
Harting, tricampeón mundial y ganador del oro en los Juegos Olímpicos de Londres en el 2012, es un viejo crítico de la federación y el año pasado se negó a ser considerado para el premio al atleta del año porque no quería mezclarse con atletas que han estado suspendidos por doparse, como el estadounidense Justin Gatlin.
El video circula después de que dos medios dijesen haber revisado resultados de análisis antidopaje que revelaban un uso generalizado de sustancias prohibidas en el atletismo. La IAAF negó denuncias de que no supervisa debidamente el dopaje y subrayó que no hay pruebas suficientes, que una «sospecha de dopaje» no es lo mismo que un dopaje.
La empresa multimedios alemana ARD y el Sunday Times dijeron haber tenido acceso a 12.000 análisis de 5.000 atletas, llevados a cabo entre el 2001 y el 2012, e indicó que unos 800 eran sospechosos.
«Ustedes le hacen daño a nuestro deporte», se quejó el lanzador de bala Eric Werskey en el video difundido en YouTube.
La novia de Harting, la lanzadora de disco Julia Fischer, muestra una nota escrita a mano que dice: «Ustedes destrozaron mis sueños de niña».
«Ponen el dinero por encima de los atletas», agrega la lanzadora de martillo Kathrin Klaas, mientras que la corredora de 800 metros Robin Schembera dice: «Quiero correr contra atletas limpios, no contra monstruos».
«Ustedes traicionaron las cosas en las que yo creo», concluye Harting.
Los atletas exigieron a la IAAF «honestidad, integridad y transparencia».
La Agencia Mundial Antidopaje dijo que está investigando las denuncias de ARD y que la IAAF «está satisfecha de que haya una evaluación imparcial e independiente» de la información recogida.
La IAAF cuestionó este fin de semana a dos científicos cuya evaluación dio lugar a las denuncias de dopaje generalizado, diciendo que sus conclusiones están «muy equivocadas».
Sostuvo que los científicos australianos, Michael Ashenden y Robin Parisotto, se equivocaban al decir que la IAAF no tomó medidas cuando encontró cosas sospechosas y que simplemente «no estaban al tanto de las medidas tomadas» por el organismo rector del atletismo.
FRANKFORT, Alemania (AP)