Hubo empujones, patadas y peleas. Expulsiones del visitante y nervios del local. Hasta que Mauricio Isla, gravitante en todo el partido, enganchó un balón al borde del área y lo colocó pegado a un poste. Entonces llegó el festejo descontrolado de todo un país.
Un gol del lateral derecho a los 81 minutos sentenció el miércoles el triunfo de Chile 1-0 sobre Uruguay que clasificó al anfitrión a las semifinales de la Copa América por primera vez desde 1999, y de paso eliminó al actual campeón.
Asistido por Jorge Valdivia, su socio en la mayoría de las ocasiones de peligro de Chile, Isla venció al arquero Fernando Muslera con un remate rasante y pegado al poste izquierdo desde el borde del área. La Roja, que busca su primer título continental, enfrentará el lunes en semifinales al ganador del partido de este jueves entre Perú y Bolivia.
«Fue complicado, sabíamos lo que nos enfrentábamos, sabíamos que Uruguay está acostumbrado a estar en estas instancias, que no iba a ser para nada fácil», señaló el arquero y capitán chileno Claudio Bravo. «Sabíamos que el juego iba a corresponder de parte nuestra».
«Tuvimos paciencia para marcar, tuvimos paciencia para controlar el juego».
Aunque monopolizó el balón y se cansó de tocar en tres cuartos de cancha, Chile tuvo dificultades para incomodar a Muslera y facturar la ventaja numérica que tuvo desde la expulsión de Edinson Cavani a los 63, cuando vio su segunda amarilla del encuentro por pegar una cachetada a Gonzalo Jara.
Uruguay terminó el encuentro con nueve por la expulsión de Jorge Fucile a los 88. El técnico Oscar Tabárez también fue expulsado en los descuentos, cuando se armó una discusión entre los jugadores uruguayos y la terna arbitral por la segunda amarilla a Fucile.
El conjunto charrúa no tuvo empachos para defenderse con nueve o cortar las jugadas chilenas con pierna fuerte y empujones. Uruguay apostó todas sus fichas a algún contragolpe o jugada de balón parado, aunque esas no generaron el peligro que esperaban y sus dos únicos avisos fueron un par de remates desde afuera del área por parte de Carlos Sánchez. Ambos pasaron desviados.
«Les gusta pelear, discutir, pie adelante con todo», comentó el atacante chileno Alexis Sánchez, frustrado por las numerosas faltas que recibió durante el encuentro. Relató que un jugador charrúa le confesó «te reventé a patadas, pero ese es nuestro juego. Jugamos así, pero te pido disculpas».
La salida de Cavani dejó a los uruguayos sin un referente de ataque y con la mirada puesta en los penales, una instancia que se palpitaba y generaba nerviosismo en el Estadio Nacional hasta el gol de Isla.
Chile, que había perdido sus tres últimas apariciones en cuartos de final del torneo continental, consiguió su primer triunfo sobre Uruguay en Copa América desde 1983.