Irlanda e Inglaterra empataron sin goles el domingo en un aburrido choque jugado en Dublín, el primer partido amistoso entre esos rivales desde 1995, cuando aficionados ingleses cometieron los peores disturbios en la historia del fútbol irlandés.Irlanda tuvo las mejores oportunidades de marcar en la primera oportunidad, en especial con dos precisos pases de Robbie Brady. Wayne Rooney salvó apenas la primera ocasión mientras el atacante Daryl Murphy desperdició una opción más clara al cabecear desviado un centro de Brady.
Inglaterra tuvo problemas para alimentar a Rooney pero aumentó el dinamismo de su ataque en la segunda parte entre una gran cantidad de cambios, entre ellos el ingreso del atacante del Arsenal, Theo Walcott.
La policía envió un número de agentes superior al usual al estadio Aviva antes de que comenzara el partido para asegurarse de que no se repitiera la violencia que provocó que el último partido de Inglaterra contra Irlanda tuviera que ser suspendido.
En 1995 sólo había 55 policías en el estadio cuando unos 2.00 aficionados ingleses que estaba en la parte superior del coliseo rompieron los asientos del viejo estadio Lansdowne Road y lanzaron el material contra los irlandeses que estaba abajo. El partido se suspendió cuando apenas se habían jugado 27 minutos e Irlanda ganaba 1-0.