Preocupados de que su reputación se vea empañada por sus vínculos con la FIFA, los principales patrocinadores están exigiendo al órgano de gobierno mundial del fútbol que corrija sus acciones y Visa advirtió que podría cancelar su contrato millonario.
Coca-Cola también dejó en claro que está molesta con los escándalos que sacudieron la organización que ella y otras corporaciones apoyan con millones de dólares cada año.
El miércoles, siete dirigentes de la FIFA fueron arrestados en un hotel de lujo en Zurich y los fiscales suizos abrieron procedimientos penales sobre la forma en la que se adjudicaron las sedes de las copas mundiales de 2018 a Rusia y de 2022 a Catar
Visa fue el patrocinador más crítico, al decir que espera que la organización tome «medidas rápidas e inmediatas para hacer frente a» sus problemas.
«Esto comienza con la reconstrucción de su cultura, con prácticas éticas fuertes, con el fin de restaurar la reputación de los juegos para los fans de todas partes», dijo Visa en un comunicado la noche del miércoles. «En caso de que la FIFA no lo haga, les hemos informado que vamos a revaluar nuestro patrocinio».
Coca-Cola también fue otra de las empresas en endurecer su postura. «Esta larga controversia ha empañado la misión y los ideales de la Copa Mundial de la FIFA y hemos expresado repetidamente nuestra preocupación por estas acusaciones tan graves», dijo la compañía en un comunicado.
La gama de empresas que trabajan más o menos directamente con la FIFA y en el mundo del fútbol es grande.
Los asociados de la FIFA, que son empresas que apoyan al cuerpo mundial del fútbol a través de contratos a largo plazo, incluyen Adidas, Coca-Cola, Visa, Gazprom y Hyundai/KIA Motors, que tienen derecho a explotar el nombre de la FIFA en sus campañas publicitarias y a poner carteles en los estadios.
Una segunda categoría de patrocinadores, como Budweiser y McDonald’s, pagan para participar de algún modo en torneos como la Copa Mundial.
También hay compañías que firman acuerdos con asociaciones nacionales. Nike, por ejemplo, paga para que la selección brasileña use sus camisetas.
LONDRES (AP)