El Barcelona ganó el domingo en cancha del Atlético de Madrid, 1-0 con gol de Lionel Messi, y se proclamó campeón de la liga española por 23ra vez en su historia. El triunfo le valió el título a los azulgranas a falta de una fecha para el final del campeonato.
La victoria simultánea del Real Madrid, 4-1 en cancha del Espanyol, no le sirvió de nada al cuadro blanco, que cerró la 37ma fecha con cuatro puntos de desventaja respecto al nuevo campeón.
Messi fue nuevamente el artífice del triunfo del Barsa, que ha conquistado siete de los últimos 11 campeonatos en disputa y se coronó en la primera temporada al timón de Luis Enrique. El cuadro azulgrana tiene ahora opción de lograr un histórico triplete en caso de ganar también la final de la Copa del Rey contra el Athletic de Bilbao el próximo fin de semana, y la final de la Liga de Campeones el 6 de junio, en Berlín frente a la Juventus.
Messi marcó a los 65 minutos el único tanto del partido para que el Barsa hilvanara seis fechas seguidas con victoria y convirtiera en intrascendente el resultado del Madrid, así como la última fecha programada.
Los blancos golearon al Espanyol con triplete de Cristiano Ronaldo (59, 83 y descuentos) incluido, pero quedaron con 89 puntos en la tabla de posiciones y sin margen para alcanzar las 93 unidades que cuenta el Barsa.
Marcelo (79) marcó el otro tanto del equipo de Carlo Ancelotti, quien afronta un futuro incierto en la entidad merengue tras conquistar solo la Supercopa Europea y el Mundial de Clubes en su segunda campaña como técnico. El uruguayo Christian Stuani (73) niveló transitoriamente por el Espanyol con su undécima diana del torneo.
Con una fecha pendiente, Cristiano permanece como máximo artillero con 45 goles por los 42 de Messi.
Pese a un primer conato de ataque del Atlético gracias al cabezazo del uruguayo José Giménez que salvó el chileno Claudio Bravo, el Barsa dominó los primeros 45 minutos jugando con orden y suficiencia, pese a no atinar en el remate final.
Messi, omnipresente en las definiciones, puso a prueba la seguridad de Jan Oblak con dos zurdazos y un cabezazo, y luego impactó el travesaño en tiro libre.
El Barsa alcanzó e descanso con un empate pero percibió el peligro en un nuevo embate local tras la reanudación, tras las arremetidas del uruguayo Diego Godín, quien cabeceó alto un tiro de esquina y Fernando Torres disparó centrado a las manos de Bravo.
Entonces, apareció Messi para decantar la balanza con un golazo en que el Barsa recuperó y durmió la pelota lo justo para que el argentino filtrara un pase a Pedro Rodríguez, controlara la devolución en el área y, con Giménez en el piso y Godín desesperado, ubicara el remate con delicadeza junto al poste.
El Barsa pudo sentenciar en el tramo final, pero Neymar disparó a la grada un excelente servicio al contragolpe de Messi, y Pedro tampoco encontró el arco en un cañonazo ligeramente alto.
A falta de pocos minutos, Messi forzó otra excelente atajada de Oblak con un tiro libre directo envenenado, preludio de un tenso final y celebración azulgrana en cancha del Atlético, que sigue tercero con 77 puntos, tres de ventaja sobre el cuarto, Valencia.
El Madrid disputó una insulsa primera mitad, escasa en aproximaciones visitantes y apenas un cabezazo desviado de Cristiano, mientras el Espanyol llevó el peso del partido, aunque tampoco generó peligro.
El descanso y las alentadoras noticias procedentes del estadio Vicente Calderón, donde el Barsa no pasaba del empate, animaron a que el Madrid diera un paso al frente en la segunda mitad por vía del colombiano James Rodríguez, quien rozó el poste con un zurdazo desde fuera del área.
La mejora acarreo mayor presión en el mediocampo y un robo permitió a Karim Benzema profundizar para Cristiano, quien finiquitó el contragolpe con un cruce raso.
El Espanyol reaccionó con rabia, y Dani Carvajal evitó la igualada de Víctor Sánchez tras recorte sobre Marcelo. Pero los periquitos siguieron apretando y fue Stuani, ingresado desde la banca, quien forzó un error del costarricense Keylor Navas, robó la pelota al arquero y combinó con Sergio García para firmar el empate.
El Madrid no perdió la cara al partido pese al revés y las noticias del gol de Messi y consiguió desnivelar por vía de Marcelo, quien disparó al rincón tras dejada de Cristiano, a su vez autor del tercero gracias al tesón y generosidad en la asistencia del mexicano Javier «Chicharito» Hernández.
El cuarto, tan intrascendente como el triunfo visitante, lo cabeceó de nuevo Cristiano a centro de James