Por primera vez en ocho años, Andrew McCutchen tiene el pelo corto. Y por primavera vez en 22 años, los Piratas de Pittsburgh alardean de dos postemporadas consecutivas.
Apartando el asunto cosmético de que McCutchen ya no tiene sus largas rastas, 2015 presenta al equipo firmemente establecido en la dimensión de legítimo candidato, en vez de hazmerreír.
Ahora, los Piratas pretenden que una tercera clasificación a los playoffs no sea tan fugaz. El objetivo apunta a conquistar el banderín de la División Central de la Liga Nacional para no quedar expuestos a un partido de vida o muerte.
Pittsburgh ratificó que su avance a los playoffs en 2013 no fue obra de la casualidad al repetir en la postemporada de 2014. Pero su ilusión fue fulminada por la primera obra maestra de Madison Bumgarner en el otoño, al sucumbir ante los Gigantes de San Francisco en el duelo de wildcards.
«Hubiera sido fácil decir que lo de 2013 fue un accidente y que solo tuvimos suerte», comentó McCutchen, el jardinero central que por segundo año consecutivo figuró entre los tres más votados por el premio al Jugador Más Valioso. «Pero pudimos repetir en 2014. Sabemos que somos una realidad. Y la competencia ya sabe que no pueden venir (creyendo), ‘bien, vamos a vencer a los Piratas’. Ese equipo dejó de existir».
El pase a los playoffs de los Piratas obedeció a su sensacional impulso en septiembre, con un récord 17-9. Eso les permitió llevarse el wildcard y dejar fuera de octubre a los Cerveceros de Milwaukee, que fueron la otra cara de la moneda con foja de 9-17 en septiembre tras liderar la Central en los cinco meses previos.
Si quieren bajar a los Cardenales de San Luis del pedestal de la Central, será primordial obtener mejores resultados frente a sus rivales de división.
Mientras tenían a los Cachorros de Chicago como piñata (14-5), el saldo ante los demás fue adverso, dominados por los Cardenales (8-11), los Cerveceros (7-12) y los Rojos de Cincinnati (7-12). Con los Cachorros en alza, la división promete ser una de las más parejas de las mayores.
MAYOR MARGEN DE ERROR:
Para dar el siguiente paso, las contrataciones de los Piratas se destacaron por los rostros conocidos.
En el contrato más rico a un agente libre en su historia, desembolsaron 39 millones de dólares por tres años a Francisco Liriano para que el zurdo dominicano siguiera en el equipo en el que logró revivir su carrera. AJ Burnett, veterano derecho de 38 años, renunció a su opción de 12,75 millones para continuar con los Filis y firmó por 8,5 millones y un año con los Piratas, su equipo entre 2012-13.
A sabiendas que no iban a poder retener al estelar receptor Russell Martin, apuraron un canje con los Yanquis de Nueva York para incorporar a Francisco Cervelli. También invirtieron 16 millones por el torpedero surcoreano Jung-Ho Kang.
Se estima que la nómina alcanzará los 90 millones en 2015, un récord para la franquicia. El gasto casi se ha duplicado en el último lustro, pero aún están entre los últimos en el Viejo Circuito.
Para el gerente general Neal Huntington, el presupuesto de los Piratas nunca estará a la par de los equipos en mercados más grandes, pero señaló que ahora operan «con mayor margen de error».
«Hemos estructurado un equipo más profundo debido a tenemos más recursos, pero necesitamos seguir evolucionando. Queremos encaminarnos en ganar la Serie Mundial», señaló Huntington.
LO QUE DEBE SALIR BIEN:
McCutchen viene de otra notable campaña, en la que lideró las mayores en embasado (.410) y la Nacional en OPS (.952). Una lesión en el oblicuo a inicios de agosto le impidió estirar a cinco una racha de temporadas seguidas con al menos 150 juegos, pero estuvo imparable al reaparecer para el tramo final con ocho jonrones y 16 impulsadas en los últimos 37 partidos.
Con sus 28 años, McCatchen lidera uno de los tríos de jardineros más dinámicos de todo el béisbol, acompañado por los dominicanos Starling Marte y Gregory Polanco. Tras brillar en su año de novato, el jardinero izquierdo Marte superó sus números previos en porcentaje de bateo, embasado y slugging. Polanco hizo su debut con una racha de 11 juegos seguidos bateando de hit, se enfrió y fue enviado de vuelta a las menores. El grado de confianza que le tienen al guardabosque derecho sigue alto, evidenciado en la decisión de dejar partir a Travis Snider.
En líneas generales es un equipo balanceado a la ofensiva al disponer de bateadores de promedio, poder y velocidad, al incluir en la ecuación a los infielders Josh Harrison (3B), Neil Walker (2B) y Pedro Álvarez (1B).
Martin será echado de menos, pero el venezolano Cervelli batea de por vida para .278 con un embasado de .348. Se trata de una producción aceptable para un receptor reconocido por su defensa.
EL PEOR ESCENARIO:
La rotación no inspira confianza plena. Liriano, Burnett, Gerrit Cole y Charlie Morton son los cuatro primeros, con Vance Worley y Brandon Cumpton para el quinto turno. Liriano siempre será incógnita por su historia de lesiones, mientras que Burnett viene de un pésimo año. Cole, con 24 años, tiene el arsenal para convertirse en un as.
Luego de cometer 25 errores en 99 juegos, Álvarez perdió su puesto en la antesala y ahora cubre la inicial. Necesitan que su impacto sea del bateador que sacudió 36 jonrones en 2013, no 18 el año pasado.
¿Quién será el torpedero? Jody Mercer se aferra al puesto por ahora. Kang deberá demostrar si puede reproducir en las mayores el tipo de poder que le permitió pegar 40 jonrones en la pelota surcoreana el año pasado.
Agencias