La alcaldesa de la ciudad estadounidense de Charlotte, donde manifestantes desfilaban este jueves por tercera noche consecutiva bajo la vigilancia de efectivos de la Guardia Nacional, decretó un toque de queda que entrará en vigor en la medianoche local (04H00 GMT del viernes).
La alcaldesa, Jennifer Roberts, y la policía local «han decretado un toque de queda válido para toda la ciudad a partir del 23 de septiembre a medianoche y hasta las 6h00 de la mañana» (10H00 GMT del viernes), informó la alcaldía de Charlotte en su cuenta de Twitter.
Las fuerzas de seguridad lanzaron gases lacrimógenos para dispersar a un grupo de personas que bloqueaban una de las principales autopistas de la ciudad. Los manifestantes se retiraron del lugar tras la represión policial, que incluyó además lo que parecieron disparos de balas de goma, según constató un periodista de la AFP.
Hasta ese momento, cientos de manifestantes caminaban coreando consignas en un ambiente de calma por el centro de la ciudad, llevando pancartas en las que se leían mensajes como «Dejen de matarnos» o «La resistencia es bella».
Militares y un vehículo de tipo Humvee fueron desplegados frente al hotel Omni, donde tuvieron lugar las mayores acciones de violencia el miércoles, según observó un periodista de la AFP.
«Tenemos ahora los recursos que nos permiten proteger la infraestructura y ser mucho más eficaces», dijo en una conferencia de prensa el jefe de la policía de Charlotte, Kerr Putney.
El funcionario afirmó que «varios centenares» de efectivos adicionales de las fuerzas del orden intentarán impedir este jueves los saqueos de las dos noches anteriores, que llevaron al gobernador de Carolina del Norte a decretar el estado de emergencia en la ciudad.
En la madrugada del miércoles al jueves se detuvo a 44 personas en Charlotte, indicó Putney, mientras que un manifestante recibió una herida mortal de bala y dos policías resultaron levemente heridos.
Un periodista de la AFP vio cómo el manifestante se derrumbaba en el suelo al recibir un disparo. El hombre fue alcanzado por una bala no disparada por policías, según las autoridades, y falleció este jueves por sus heridas, según la televisión NBC.