Tras la Bendición del Barco de Minguito, se inició un recorrido de fervor religioso en las principales calles de San Judas. A ritmo de filarmónicos el Mocito y el pueblo católico bailó a la diminuta imagen, de la que testifican varias obras milagrosas.
Los fieles devotos del Santo Patrón de Managua manifestaron que su fe radica en los milagros concebidos y llamaron a celebrar estas fiestas patronales en paz, tranquilidad y sin uso de bebidas alcohólicas.
Infantes, jóvenes, adultos y personas de la tercera edad participaron en este festejo religioso que durará 10 días.
Otros devotos de la imagen están concentrados en la casa del fallecido Lisímaco Chávez donde la tradición religiosa es compartida con entrega de comida y la famosa chicha de las siete quebradas.