Los diplomáticos del Consejo de Seguridad de la ONU guardaron un minuto de silencio este viernes por las víctimas del ataque en el Día de la Bastilla en la ciudad francesa de Niza, que dejó al menos 84 muertos.
La sala del Consejo quedó en silencio luego de que los embajadores se levantaran de sus asientos y bajaran la cabeza al comienzo de una reunión convocada para discutir la situación en Irak.
El Consejo de 15 miembros condenó unánimemente la matanza en un comunicado el jueves en la noche, calificándola como un «ataque terrorista bárbaro y cobarde» y reafirmando que el terrorismo es una de las principales amenazas a la seguridad mundial.
El embajador francés en la ONU, François Delattre, dijo a los reporteros antes de la reunión del Consejo que había recibido muchas expresiones de apoyo a Francia después del ataque.
«Estamos en estado de shock, de profundo shock», indicó Delattre.
«Pero al mismo tiempo la palabra clave es determinación, absoluta determinación en la lucha contra el terrorismo, tanto nacional, como internacionalmente», expresó.
Medio centenar de personas permanecía en estado crítico después de que un camión embistiera a una multitud que celebraba el día nacional de Francia en la ciudad de la Riviera Francesa.