Los habitantes de la prefectura de Akita, en el norte de Japón, han recibido la advertencia de mantenerse alejados de los bosques situados en zonas montañosas después de que cuatro personas murieran tras ser atacadas por osos, informa ‘The Guardian’.
Aunque los medios locales señalan que desde 1979 hasta la fecha solo ocho personas han muerto por ataques de ungulados en Akita, cuatro de estos fallecimientos se han producido en el último mes.
Los números son preocupantes ya que los avistamientos de osos pardos y osos negros asiáticos en el norte de Japón han aumentado en más de un 1.200 este año, casi el doble de la cifra registrada el año pasado.