El gobierno de Raúl Castro expresó este jueves «toda la solidaridad de Cuba» con Dilma Rousseff por el «golpe de estado parlamentario-judicial» que la depuso como presidenta de Brasil por 180 días, para ser sometida a un juicio.
«Dilma, Lula, el Partido de los Trabajadores y el pueblo de Brasil cuentan y contarán siempre con toda la solidaridad de Cuba«, dijo la declaración entregada a la prensa.
El gobierno indicó que «se trata, en realidad, de un artificio armado por sectores de la oligarquía en ese país, apoyados por la gran prensa reaccionaria y el imperialismo, con el propósito de revertir el proyecto político del Partido de los Trabajadores».
«Lo que ocurre en Brasil es parte de la contraofensiva reaccionaria del imperialismo y la oligarquía contra los gobiernos revolucionarios y progresistas de América Latina y el Caribe, que amenaza la paz y la estabilidad de las naciones», añadió.