La reconocida periodista colombiana Jineth Bedoya, que hace 16 años fue secuestrada y abusada sexualmente, anunció el miércoles que renunciaba por dignidad a una indemnización en dinero que el Estado le dio por haber sido víctima del conflicto armado.
«Hoy le devuelvo al Estado la indemnización que me dio. Renuncio a un derecho por mi dignidad y la de muchas víctimas», explicó la comunicadora en una rueda de prensa.
La estatal Unidad de Atención y Reparación Integral a las Víctimas había ordenado en favor de Bedoya una partida de 24.640.000 pesos (8.270 dólares).
De acuerdo con la periodista, que actualmente labora para el diario bogotano El Tiempo, «el daño que me generó la violencia no lo reparan unos millones, pero sí la verdad y la justicia».
El 25 de mayo de 2000, Bedoya, entonces redactora del periódico El Espectador, llegó a la cárcel Modelo de la capital colombiana para entrevistar a un jefe paramilitar hoy desmovilizado. Entonces varias personas la interceptaron a la entrada del penal y la drogaron. Luego la llevaron hacia una finca de la ciudad de Villavicencio (sureste) donde paramilitares abusaron sexualmente de ella.
En la noche de ese mismo 25 de mayo fue abandonada por sus captores cerca de un puesto de la Policía en Villavicencio.
Dos de los partícipes en el secuestro y violación de la periodista ya fueron condenados.
En los últimos años Jineth Bedoya se ha convertido en una abanderada de los derechos de las mujeres, especialmente de aquellas que han sido agredidas sexual o físicamente. «No es hora de callar» es el lema de su campaña que le ha dado la vuelta a Colombia.