Doña Julia tiene 85 años de edad y 36 de trabajar como conserje en el Sistema Penitenciario Nacional. Ya está jubilada pero ama tanto su trabajo que no se ha querido ir y continúa aunque ya con menos trajín.
Ella es la que atiende y limpia las oficinas de los directores que han pasado por el penal y hasta ahora está en la subdirección, por lo que ha visto desfilar a varios funcionarios.
Asegura que le llaman «abuelita» y siente que es su casa porque un día que no llegue a su trabajo pasa fatal.
Dice que a sus 85 años no le duele nada, que es sana y sigue de frente como un ejemplo de mujer trabajadora, sin importarle la distancia y el viaje que realiza todos los días desde Batahola del Distrito II de Managua y en bus.
Doña guarda como un tesoro la medalla que el presidente Daniel Ortega le entregó el año pasado por su dedicado amor al trabajo.
«Yo oro todas las tardes por el presidente y la compañera Murillo, para que Dios les dé sabiduría y conocimiento para que sigan gobernando y recordando las necesidades de los más pobres» señaló.