Al menos 18 personas murieron y 40 fueron heridas en un ataque contra un campo de refugiados de la ONU en Malakal, en Sudán del Sur, anunció este jueves la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF). «Este ataque contra civiles es escandaloso», declaró en un comunicado Marcus Bachmann, coordinador en Sudán del Sur de MSF.
Más temprano, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, había anunciado la muerte de siete personas en el ataque.
Ban condenó el ataque y expresó su preocupación por el aumento de la violencia étnica en más de dos años de conflicto.
«Todo ataque dirigido contra civiles, los locales de la ONU y los cascos azules pueden constituir un crimen de guerra», dijo el secretario general de la ONU en un comunicado.
Ban llamó a «todas las partes a cesar las disputas étnicas y les pidió que se abstengan de cualquier acción o declaraciones que podría empeorar la situación», según un comunicado de su portavoz.
Miles de personas han muerto en Sudán del Sur y más de 2,3 millones han sido desplazadas desde el inicio del conflicto.