El papa Francisco llegó a la fronteriza Ciudad Juárez, en el norte de México, y fue recibido por cientos de personas en gradas colocadas en el aeropuerto de la ciudad. Es la última escala en la visita de cinco días que el papa hizo a México y es una de las más esperadas porque se prevé que Francisco hable de temas como violencia y migración desde un altar colocado a unos pasos de la frontera con Estados Unidos.
Los fieles han recorrido las calles cerradas de la ciudad para llegar hasta donde será la misa, caminando en pares o con familias grandes, algunos envueltos bajo mantas para protegerse de la fría mañana.