Las fuerzas iraquíes descubrieron una fosa común con al menos 18 muertos en la ciudad de Ramadi, una zona que fue arrebatada en diciembre al grupo yihadista Estado Islámico (EI), informó este martes la policía.
El grupo que en 2014 llegó a controlar muchas regiones de Irak, perdió a fines de diciembre el control de Ramadi, capital de la provincia occidental de Al Anbar.
«Por el momento, sacamos 18 cuerpos, entre ellos los de cinco policías y seguimos desenterrando otros cuerpos», precisó a la AFP el comandante de la policía, Tarek Abdelkarim.
El funcionario dijo que la fosa común fue descubierta el lunes en el barrio de Al Jamiya y que dentro podría haber hasta 40 personas, que habrían sido ejecutados en mayo de 2015, en el momento en que toda la ciudad quedó en manos de los yihadistas.
El grupo que ha sufrido recientemente varias derrotas militares, ya ha llevado a cabo matanzas en las zonas que caen bajo su control.
El jefe del Consejo Provincial de Al Anbar, Sabah Karhut, informó que las víctimas murieron fusiladas o decapitadas.