Por segunda vez en 15 días, Pekín y una gran región del norte de China se encuentran en alerta roja por contaminación del aire.
Millones de personas se sofocaban en el norte de China bajo una gruesa capa de smog que se espera permanezca sobre más de 20 ciudades hasta el arribo de la siguiente onda fría la noche de hoy o durante mañana.
Las autoridades decretaron la alerta roja el sábado, apenas 12 días después de haber levantado una primera, mientras Pekín pasa por su segunda alerta roja en menos de 15 días.
Informaron que los niveles de contaminación se mantienen altos, pero controlados, mientras continúa operando el paquete de restricciones que acompaña a la medida.
Aunque algo peor que el domingo, la concentración se sitúa en alrededor de los 250 microgramos por metro cúbico de partículas PM 2.5 (las más finas y perjudiciales para la salud), según el medidor de la embajada de EU en la ciudad china.
Bajo alerta roja, el gobierno chino recomienda a la población que reduzca sus actividades en el exterior y también se suspenden las clases en muchas guarderías y escuelas primarias y secundarias.
Además, implica restricciones severas al tráfico (cada día sólo pueden circular, la mitad de los automóviles privados, en función del último número de su placa de matrícula), así como la prohibición de fuegos artificiales y barbacoas, y restricciones o suspensiones a algunas fábricas y obras de construcción.
Mientras, los pequeños reciben terapia con nebulizadores para contrarrestar los altos niveles de contaminación.
Varios maestros optaron también por dar sus clases vía online, para no exponer a los estudiantes.