La entrañable cantante y compositora, Amy Winehouse, llegó a este mundo hace 33 años, pero se fue hace cinco, justo cuando tenía el éxito y la fama en sus manos, pero una vida llena de excesos…
La ganadora de seis premios Grammy nació el 14 de septiembre de 1983 en Londres, Inglaterra, bajo el nombre de Amy Jade Winehouse y desde pequeña sintió esa pasión por la música, sin imaginarse todo lo que conseguiría.
Su álbum debut Frank fue todo un éxito en Reino Unido en 2003, pero no logró impulsarla internacionalmente, hasta que llegó su segundo LP titulado Back To Black en 2006, con el que consiguió ser reconocida en todo el mundo, al tiempo en que fue catalogado como el mejor del año.
Pese al éxito, la británica se fue ahogando poco a poco en el alcohol y las drogas, su vida privada se convirtió en un escándalo internacional, pues continuamente aparecía en portadas de periódicos y revistas en condiciones deplorables.
En numerosas ocasiones, Amy ingresó a centros de rehabilitación sin conseguir deshacerse de todo los males que la rodeaban y fue el 23 de julio de 2011 cuando perdió la batalla contra sus adicciones, pues fue encontrada sin vida en su departamento en Londres.
Amy Winehouse murió a los 27 años, sumándose así al llamado Club de los 27, artistas que han perdido la vida a esa edad, en su mayoría, debido al exceso de alcohol y drogas.
Gracias a su talento, será recordada por siempre con canciones como: In My Bed, You Know I’m No Good, Just Friends, Me & Mr. Jones, Love Is A Losing Game y el multipremiado Rehab.
Datos de la intensa vida de la cantante
Primera guitarra y primer grupo
La primera guitarra de Winehouse llegó a los 13 años junto con un piercing de nariz y su primer proyecto: Sweet N Sour. Esta era una banda inspirada en Salt-N-Pepa e integrada por Amy y Juliette Ashby, su mejor amiga.
Conflictos familiares
Los primeros problemas emocionales que tuvo Amy en su vida fueron cuando tenía 10 años y su padre dejó a su mamá por una mujer con la que trabajaba.
Reportera
Antes de dedicarse de lleno a la música, la cantante trabajó como reportera de entretenimiento, aunque después confesó que creía que ese trabajo era bastante aburrido.
Siempre la misma
Según Mitch Winehouse, el padre de la cantante, Amy siempre fue una impuntual desmedida que disfrutaba de preocupar a los demás. De niña, la voz de Rehab se desmayaba a propósito y se escapaba en los paseos, provocando verdaderos dramas familiares.
Canción accidental
Su canción más exitosa, «Rehab«, fue creada por accidente cuando estaba caminando con su productor y le estaba hablando como sus amigos querían meterla a rehabilitación. En ese momento Amy improvisó y cantó la línea: «They tried to make me go to rehab but I said, ‘No, no, no'», y cuando su productor le preguntó sobre esa canción, ella simplemente dijo: «La acabo de inventar. Era una broma».
La ayuda de Bryan Adams
El cantautor Bryan Adams compuso el tema «Flower Grown Wild» para la artista y para convencerla sobre los peligros de la droga.
Rehabilitación para una amiga
A pesar de cantar sobre su rechazo a la rehabilitación, Amy gastó más de 200 mil dólares para mandar a un centro de rehabilitación a su estilista y amiga Alex Foden.
Bebestible preferido
Su bebida favorita era Rickstasy, la cual está hecha de vodka, licor Southern Comfort, licor de banana y un poco de Baileys.
Gustos musicales
Su canción favorita de toda la vida era «So Far Away«, de Carole King. Entre sus otros artistas favoritos estaban Thelonious Monk, Mos Def y los Beastie Boys.
Odio al debut
La cantante odiaba su álbum debut, «Frank«. Amy Winehouse confesó en una entrevista que el disco no podía escucharlo de principio a fin y que ni siquiera lo tenía en su casa.
Planes inconclusos
Un día antes de su muerte, Amy llamó a su padre y le propuso grabar a dueto Autumn Leaves y Fly Me To The Moon, el soundtrack de la infancia de Winehouse, cantado por su padre.