Hay noches que pueden ser considerada mágicas por la exquisita combinación de elementos y así fue la del viernes 2 de septiembre mientras sonaba el Rock a Bordo, concierto realizado en el Meyer’s Xolotlan, barco que da una vuelta sobre el Lago de Managua y que en los dos zarpes que hizo se disfrutó de un ambiente único y encantador.
Esa mística se daba también por el majestuoso paisaje de nuestra bella capital para cuando el barco ya se aleja del Puerto Salvador Allende, punto en donde salió para su primer zarpe después de las 7:00 pm. La música arrancaba desde temprano con las mezclas de DJ Henry Green, poniendo variedad de estilos que iban desde ska hasta metal, pasando por supuesto por rock nacional, mismo que estaría presente en este gran evento. Hablamos de Felicidades Chernobyl, Garcín y Tres Colores.
Felicidades Chernobyl arrancó el toque mostrando un rock alternativo fresco y con una gran aplicación de la guitarra líder, con todos sus integrantes concentrados en dar lo mejor de sí mismos para el público presente en ese momento. Luego de unas cuantas rolitas llegó el turno de Garcín, quienes también dejaron en evidencia su gran calidad musical, de una banda que está a otro nivel en cuanto a cohesión y profesionalismo sin duda alguna.
Así pasó entonces el primer zarpe, el cual cabe señalar no estaba con demasiadas personas aunque sí contó con los músicos mexicanos de Deshuesadero. Aparentemente la mayoría de gente estaba lista para el segundo zarpe en meterse de lleno en el toque. Y afortunadamente así sucedió.
El segundo zarpe saldría poco después de las 10:00 pm, en donde ya se habían sumado los jóvenes de Tres Colores para entregar su reggae a una noche que nos regaló una brisa que hacía más especial y fresca la velada musical.
En esta ocasión empezó Garcín, quienes continuaron con su repertorio de temas melódicos y cautivadores, ahora contando con mayor cantidad de personas que hacían coro en alguna de las rolas, volviendo el ambiente más íntimo por la cercanía que se podía tener con la banda.
Felicidades Chernobyl no se quedaron atrás con su segunda presentación, ahora más animados por la gente que estaba a bordo de este concierto y quienes ya «calibrados» se soltaban más y disfrutaban de mejor forma la tonada indie que estos chavalos proponen.
Finalmente llegaría el turno de Tres Colores, quienes pusieron a bailar a todos con sus ritmos latinos y mezclas de reggae, poniendo la cereza en el pastel a una noche que se definió por la química y comunicación entre todos los músicos y la gente que asistió al concierto, sintiéndonos como en una fiesta en donde todos nos conocemos.
La organización que realizaron estas bandas, TN8 Musical, Rock FM y la misma dirección del Meyer’s Xolotlan, fue algo muy bien logrado y se debe felicitar el esfuerzo por buscar un espacio distinto para seguir mostrando que el rock nicaragüense aplica para cualquier situación, circunstancia e incluso lugar.
A final de mes hay otro evento en el mismo barco, ¿estará igual de bueno?. Esperemos que sí y ahí estaremos para comprobar.