Con un estilo de rock variado y con influencias múltiples, Primate demuestra que en Nicaragua existen bandas que trabajan en la depuración de un sonido de alta calidad y sobre todo original. Escuchar a Primate resulta refrescante, aguerrido y potente, apreciando sobre todo la gran técnica instrumental que tienen estos muchachos.
Existen desde el 2007, en donde han pasado por un largo proceso de probar con diferentes músicos hasta dar con la alineación que poseen actualmente. En dicha agrupación se encuentran Luis Cerdas como vocal y guitarra rítmica, Eduardo Bolaños en la guitarra principal, Carlos Bobadilla con la batería y Manuel Estrada en el bajo.
Según las palabras del propio Cerdas el sonido de Primate «oscila entre pasajes suaves y pesados, en combinación con poliritmias ricas en melodías. Nuestro proceso creativo es realizado en conjunto tomando en cuenta todas las influencias de cada miembro del grupo».
Para todo músico el hecho de conocer sobre bandas les sirve para tener una base sólida sobre el estilo que buscan, y a partir de ahí, formar una identidad musical. Esto precisamente nos comenta Luis, ya que la música que escucha cada miembro es altamente variada, lo que ayuda en el proceso creativo por la mezcla de todos estos elementos.
«A Manuel le gusta Chevelle, Karnivool, Tool, Zoé, entre otras. A Carlos le gusta Dream Theater, Sonata Artica, AC/DC, Metallica. A Eduardo Monuments, Killswitch Engage, Heart Of A Coward y a mí me gusta Deftones, Korn, Periphery, Meshuggah, Proghma-C, Sithu Aye, entre otras».
Es notable cómo toda esta música alrededor de Primate permea de forma directa en su estilo, pero nunca los somete. Al contrario, parecen adoptar las mejores partes de esos gustos y los apropian hasta procesarlos y transformarlos en piezas musicales que resultan ser de altísima calidad, con arreglos que se sienten pensados y trabajados hasta la saciedad, conformándose estos jóvenes solamente con pulir hasta el último detalle de cada rola.
El éxito de esta fórmula de Primate, nombre surgido por la conexión y consciencia con la naturaleza, radica en la perfecta conjugación de los instrumentos, ya que son armónicos pero a la vez cambiantes y desafiantes en cada canción, convirtiendo todo el paquete en una rica diversidad de sonidos y momentos.
«Nosotros hemos tenido la suerte de ser escuchados y aceptados poco a poco», señala Luis sobre el impacto que ellos sienten han tenido con sus presentaciones en vivo. «En nuestros conciertos nos sorprendemos y alegramos muchísimo al ver a nuestros fans y amigos cantar y moverse con nuestra música. Es bonita sentir y escuchar cómo esa energía se mueve entre la gente, así como si fuera un ser vivo», agrega.
De hecho nos cuenta que su mejor experiencia en vivo ha sido en el Festival Grito Rock 2012, donde «tuvimos la gran sorpresa que cada persona estaba gritando nuestras rolas a todo pulmón».
En este 2016 tienen planes de lanzar su tercer álbum, además de continuar haciendo toques para compartir su música con más de la raza rockera nicaragüense, misma que hay que seguir alimentando con más bandas que se van sumando a formar parte de este movimiento.
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