Alacrán, una banda dedicada al metal

Alacrán es una banda de metal de Nicaragua con muchos planes de crecimiento, con el objetivo de que cada vez más personas conozcan lo que tienen para aportar a este movimiento musical de nuestro país.

Su formación es reciente, pero sus músicos ya tienen alrededor de 15 años de estar en la escena metalera y se muestran dispuestos a ganarse al público de este género. 
 
La agrupación tiene 3 años de haber iniciado. Pero consideran que hace apenas un año se han puesto más las pilas, para mostrar su potencial y el tipo de música que quieren proyectar.
 
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Foto: Facebook Alacrán Nicaragua
 
Cuentan con Danilo «El Ruso» Medrano como voz y guitarra; Tupac Curtis como segunda voz y guitarra; Alfredo Aguirre en el bajo y Gerardo Rivas en la batería, quienes comparten la misma pasión y admiración hacia el metal
 
El nombre de este insecto venenoso para nombrar a la banda es por dos razones: una, porque Curtis porta con un tatuaje del mismo en uno de sus brazos y, otra, porque el vocalista pasó una experiencia “bastante fuerte”, cuando fue picado por uno, por lo que el Alacrán se terminó volviendo el animal espiritual que los guía en este viaje musical. 
 
De momento, los Alacrán están armando conciertos con otras bandas metaleras del país,  con quienes han encontrado gran apoyo. Esto los impulsa a continuar, ya que señalan que «el movimiento del rock en la actualidad está mejor que nunca. En los últimos años las bandas tienen grandes oportunidades de profesionalizarse. Antes, hace 14 o 15 años había una escena (del rock) muy reducida y aficionada, a diferencia de ahora, que hay muchos espacios para que las bandas puedan crecer mejor», señala «El Ruso». 
 
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Foto: Facebook Alacrán Nicaragua
 
Algo que crea un gran balance dentro de este cuarteto de metal, es que además de contar con la experiencia de Medrano y Curtis, también cuentan con espíritus más jóvenes, como el de Rodríguez, quien tiene alrededor de año y medio tocando el bajo con ellos. Para Rodríguez la experiencia ha significado un “crecimiento musical. Hay un antes y un después desde que formé parte de este proyecto, el cual me gusta porque es una banda con visión, propósito y objetivos bien claros», señala el joven bajista.
 
Las líricas, según nos dicen, tienen un factor en común basado en señalar los problemas de la sociedad, incluyendo una postura antirreligiosa y anticlerical. “Tenemos visiones espirituales diferentes, pero los cuatro compartimos ese tipo de crítica”, nos cuenta Medrano. 
 
A mediano plazo piensan grabar material con las canciones que han creado, pero ahora están enfocados en poder hacer toques en diferentes lugares del país, para que la raza metalera nicaragüense pueda conocer el repertorio musical que se han esforzado en armar.