Miguel Halvey lleva más de dos décadas compartiendo su gusto musical con los radioescuchas de varias generaciones. Se le ve siempre enérgico, como si apenas estuviera iniciando con El Expreso Imaginario. Pero ya son 25 años los transcurridos desde su primera emisión.
Este programa radial, que según las propias palabras de este argentino con corazón nicaragüense es más que solo rock, le ha servido para cumplir con muchas metas personales y dice sentirse muy agradecido con todo el público que lo ha seguido a través de los años, incluyendo las bandas nacionales, con las que Miguel ha jugado un rol protagónico en su proyección.
¿Quién creería que este largo viaje de Miguel piloteando El Expreso Imaginario inició por una apuesta en una mesa con amigos?
Era una apuesta que hice cuando estaba con unas amistades
cambiando de radio no encontrábamos nada bueno y le dije a un amigo chileno que lo que hace falta en Nicaragua es un buen programa de rock, a lo que él dijo que en el país solo puede ser salsa y merengue», nos cuenta Halvey, quien confiaba ciegamente en que el rock sería capaz de abrirse paso entre los nicaragüenses.
«Yo estoy seguro que acá hay muchos que conocen clásicos del rock, así que le aposté mil dólares a que acá se podía tener un programa sobre eso. A los días me presenté con el director de Radio Universidad, Luis López, planteé la idea y me la aceptaron. Al tiempo fui y le cobré los mil dólares al tipo, dice, entre risas, Miguel.
Uno de los principales objetivos de El Expreso Imaginario, desde su nacimiento, ha sido la promoción del rock latinoamericano. Fue el show radial de Nicaragua que nos abrió las puertas al mundo de Soda Stereo, Héroes del Silencio, Caifanes y demás clásicos.
Al mismo tiempo, junto con El Expreso Imaginario, las bandas de rock nicaragüense empezaron a nacer y multiplicarse. Y Miguel supo jugar un rol fundamental en la construcción de la escena rockera que actualmente tiene el país. Y lo sigue jugando.
Este programa ha pasado por diversas radioemisoras en el cuarto de siglo que tiene de existencia. Comenzó en Radio Universidad, luego pasó muchos años en Radio Juvenil, posteriormente se trasladó a Radio 1 (donde se desempeñó también en la dirección administrativa y de ventas), después fue a Radio Futura y actualmente se transmite en los 105.5 de RockFM, radio que Miguel construyó desde los cimientos.
Miguel ha recibido varios premios por su labor radial, pero para él, su galardón más preciado se lo dio uno de los muchachos que protestaba por el 6% constitucional para las universidades en el año 1996. Se trata de un ladrillo convertido en pedestal con el tallado de un número 1, al lado de la frase «Choque de Titanes, programa hermano de El Expreso Imaginario. Eso me dejó muy conmovido
todavía hoy, cuando lo cuento, me emociono», agrega Miguel.
El contexto sociopolítico siempre incide en el rock y los rockeros. Miguel no ha sido la excepción. Es así que, en la primer mitad de los convulsionados años noventa, crea el programa de televisión El Tren Imaginario, cuyo nombre hacía alusión a la reciente venta de las vías del tren.
El gobierno de la presidenta Violeta Barrios vendió el tren y sus vías. No quedó nada de aquél símbolo que llenaba de orgullo a muchos nicaragüenses. El tren se iba de nuestro país
El Tren Imaginario es el único tren que quedó en Nicaragua. Incluso hicimos una escena cuando estaban desmontando las vías y pusimos música de Pink Floyd de fondo, junto con una entrevista a un viejito que vio en su vida cómo pusieron y quitaron esos rieles«, narra Halvey.
Para Miguel Halvey ha sido un viaje lleno de recompensas. Su conexión con Nicaragua y los nicaragüenses no sería la misma sin El Expreso Imaginario. Él no sería el mismo. Y seguramente a la escena rockera de nuestro país se le hubiera dificultado mucho más poner en marcha el motor con el que hoy avanza a paso firme.
