La famosa marca estadounidense de lencería Victoria’s Secret, celebró este martes en Londres su desfile anual, con música y las mejores modelos, como las brasileñas Adriana Lima y Alessandra Ambrosio y la española Blanca Padilla.
«Este es uno de los mayores espectáculos para una maniquí», dijo a la AFP la sueca Elsa Hosk, «es una enorme publicidad para nosotras».
Es la segunda vez desde 1995 que el desfile se celebra al otro lado del Atlántico, después de una edición en el Festival de Cannes en 2000.
Para la parte musical, el elenco incluyó a la cantante de country-pop estadounidense Taylor Swift, el británico Ed Sheeran, la estadounidense Ariana Grande y el irlandés Andrew Hozier.
– Sujetadores de piedras preciosas –
Apodadas los «ángeles», las modelos de Victoria’s Secret desfilan siempre en ropa interior y adornadas con enormes alas.
El desfile, que duró algo menos de una hora, se abrió precisamente con una muestra de piezas blancas y doradas, y alas de oro.
Sheeran interpretó entonces «Thinking out loud», que sirvió de banda sonora para la segunda parte, más colorida e inspirada en viajes exóticos.
Las dos estrellas de la noche abrieron esa segunda parte. Adriana Lima y Alessandra Ambrosio desfilaron luciendo los «Fantasy Bras», unos sujetadores de lujo creados por el joyero Mouawad, cada uno con 16.000 piedras preciosas, incluyendo diamantes, rubíes y zafiros y valorados en $2 millones cada uno.
La tercera parte estuvo dedicada a los sueños, con un decorado rosa, sofás blancos de cuero y globos nácar. Fue Taylor Swift quien acompañó esa sección con su canción «Blank Space».
Cambio total de ritmo para la cuarta parte, dedicada a la línea Pink y animada por la estadounidense Ariana Grande, que interpretó con mucha energía tres canciones. Los conjuntos con estampados de piel de leopardo y colores vivos dominaron los modelos de esta marca de Victoria’s Secret dedicada principalmente a las estudiantes.
Luego el desfile recurrió a un ambiente etéreo, con un decorado de árboles blancos, hojas de otoño y la canción «Take me to church» del irlandés Andrew Hozier. La lencería era de colores pálidos, verde y rosa, y las alas transparentes.
Taylor Swift volvió a escena para la última parte de un desfile que se cerró con las 47 maniquíes en la pasarela, rodeadas de pequeños globos nácar y grandes globos negros.
Con un presupuesto de 20 millones de dólares (16 millones de euros), «es el espectáculo más grande que hemos organizado», dijo a la AFP Ed Razek, director de mercadotecnia de Victoria’s Secret.
Sin embargo, la marca no es del gusto de todos. Tres estudiantes británicas consiguieron que modificase una campaña publicitaria por promover una versión del cuerpo femenino demasiado tiránica.
Pero Victoria’s Secret, creada en 1977, goza de enorme popularidad y alcanzó los 6.680 millones de dólares en ventas el año pasado.
London, AFP