La estadounidense Meghan Markle mostró hoy públicamente su apoyo a los movimientos contra el acoso sexual "Me Too" (Yo también) y "Time's Up" (Se acabó el tiempo) y opinó, frente a su prometido, el príncipe Enrique, y los duques de Cambridge, que es "el mejor momento" para secundar estas causas.
Markle se sumó hoy por primera vez a un acto oficial junto a su futuro marido, su hermano y la mujer de éste en un foro en Londres donde debatieron proyectos pasados, presentes y futuros de la Fundación Real, una institución benéfica creada hace siete años.
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La exactriz, que contraerá matrimonio con el príncipe Enrique el próximo 19 de mayo, aprovechó la ocasión para exhibir su feminismo y afirmó que no le gusta cuando oye a la gente afirmar cosas como "ayudemos a las mujeres a encontrar su voz".
"Las mujeres ya tienen una voz, pero se tienen que sentir empoderadas para usarla, y la gente tiene que escucharlas", aseveró.
En el acto, el príncipe Guillermo, su esposa, Catalina, y su hermano menor, Enrique -los tres patrones conjuntos de la citada Fundación-, charlaron sobre el trabajo que ésta desempeña en diferentes proyectos para proteger a excombatientes de guerra lesionados, preservar la vida silvestre y promover la buena salud mental.
El evento, celebrado en la cuidad de Londres -centro financiero de la capital británica-, fue inaugurado por el primogénito de Carlos de Inglaterra y la fallecida Diana de Gales, quien destacó la filosofía de la organización: "No buscamos victorias rápidas, sino esforzarnos para lograr una diferencia real y duradera".
Inaugurada en 2011 por Enrique y Guillermo, la Fundación Real se estableció como un vehículo para llevar a cabo sus proyectos filantrópicos y benéficos.
En su intervención, el duque de Cambridge dijo que se inspiró en sus padres, a los que calificó de "ejemplo de diligencia, compasión y servicio", así como en sus abuelos, la reina Isabel II y el duque de Edimburgo, ya retirado oficialmente de la vida pública.
De la soberana británica y su esposo, el príncipe Guillermo remarcó que "han prestado apoyo a obras benéficas durante décadas de servicio a la nación y a la Commonwealth", la Mancomunidad británica de naciones.
"Nuestro trabajo ha sido seguir el ejemplo de aquellos que han llegado antes que nosotros, aferrarnos a los valores que siempre han guiado a nuestra familia, y buscar implicarnos en la vida pública de manera actual para nuestra generación", afirmó.
El príncipe Guillermo agregó que tienen constancia de que "el sector de las organizaciones benéficas moderno es muy diferente a aquel en el que trabajaban las generaciones previas".
"La generosidad de los británicos y su pasión creativa y emprendedora que se encuentra en el centro de las comunidades ha visto crecer el número de organizaciones desde unos pocas miles en la década de los cincuenta hasta alrededor de 180.000 hoy", apuntó.
Entre otros proyectos destacados hoy figuran desde los Juegos Invictus -campeonato en el que participan veteranos de guerra lesionados-, hasta la campaña Heads Together, que insta al país a abordar los problemas de salud mental.
En todas esas iniciativas, subrayó el príncipe, "la Fundación ha escuchado y ha sido aconsejada por organizaciones y expertos, en lugar de fingir que tenemos todas las respuestas".
"En todos (los proyectos) nos han visto uniendo a las personas, formando equipos y coaliciones y trabajando para lograr, juntos, marcar diferencias", agregó.