¿Existe la amistad entre el hombre y la mujer? Una de las preguntas que siempre nos formulamos y para la que cada quien tiene su respuesta. Muchas veces, una amistad conduce a un gran amor. O no… En tantas otras circunstancias, la pasión o el enamoramiento de uno de las dos derivas en el fin de la amistad.
Hay que decir que los tiempos han cambiado, que las relaciones sentimentales se establecen de nuevas formas y no existen reglas fijas en esto de lo vincular. Estas son algunas de las dudas habituales que se les presentan a aquellos amigos que llegan a conocerse como la palma de la mano y, en algún punto, se ven pensando en compartir su vida… o alejarse para siempre.
Mi amigo no me atrae físicamente, ¿podemos llegar a enamorarnos igual?
Claro que sí. De acuerdo a una reciente encuesta de Match.com, la personalidad es el requisito más importante cuando se busca pareja (así lo señala el 62, 5 % de las mujeres y el 46, 2 % de los varones). El aspecto físico se ubica muy por atrás en las preferencias.
Una relación duradera se construye en base a consensos de valores y de sentimientos más que en función de apariencias. ¿Acaso no te ocurre que siempre ves bonita a la gente que quieres?
Somos amigos “con derecho a roce” pero me estoy enamorando…
La antropóloga biológica y asesora de Match.com, Helen Fisher, es optimista acerca de los cambios que se dan en las relaciones sentimentales de hoy en día, incluyendo al sexo sin compromiso. Es que los solteros de hoy estiran el momento de comprometerse y fusionan ese tiempo con el del cortejo. “El sexo es parte del combo” – asegura Fisher – quien sostiene que “las parejas quieren saber todo de un potencial compañero de vida antes de atar el nudo. Bienvenida la era del amor lento”- dice.
En muchos casos, la intimidad derivó en un encuentro erótico eventual, producto del deseo. Eso, que a veces causa vergüenza a los protagonistas, puede llegar a alejarlos. Se impone una charla honesta, sin máscaras, sobre lo ocurrido. El humor puede ayudar: no ha muerto nadie, al fin de cuentas. Puede haber sido un error o el comienzo de otro tipo de vínculo, distinto al original. En cualquier caso, entre dos personas que tanto se conocen, es menester que se sinceren acerca de lo que sienten. Puede que la relación vire hacia una de exclusividad o que quede en el recuerdo como un momento de desliz. Lo ideal es desdramatizar para que la amistad no se erosione.
¿Es bueno enamorarse de un amigo?
No existe una respuesta única para esta pregunta. Nadie nos conoce mejor que un amigo entrañable. Los amores nacidos al calor de la amistad ahorran gran parte del mutuo conocimiento: ya sabemos de las virtudes y los defectos del otro con todo lo que ello implica. Se pierde cierta magia del enamoramiento y se gana con el criterio de realidad.
La única manera de saber si este amor puede prosperar es intentando. Y, si no funciona, barajar, dar de nuevo y tratar de que no se pierda el sentimiento puro del encuentro inicial.