Las acciones de Samsung se desplomaron el lunes a su menor nivel en casi dos meses, después de que el gigante tecnológico dijera a sus clientes que apaguen y devuelvan sus nuevos teléfonos Galaxy Note 7 debido a que sus baterías son propensas a incendiarse.
Los inversores habían borrado 15.900 billones de wones (14.300 millones de dólares) de la capitalización de la firma surcoreana para las 0303 GMT del lunes, luego que una serie de advertencias de reguladores y aerolíneas en el mundo aumentaron la preocupación por el futuro del dispositivo de referencia.
«Algunos dijeron al principio que el Galaxy Note 7 podría ser el mejor ‘smartphone‘ hecho nunca, pero ahora es posible que sea el peor teléfono jamás fabricado», dijo el analista de IBK Securities Lee Seung-woo, quien además estimó que la empresa reportará débiles ventas en el cuarto trimestre.
Las acciones de Samsung cerraron el lunes con un declive de 6,98 por ciento, su mayor caída diaria en más de cuatro años y cerca de su menor nivel desde el 12 de julio.
Los analistas dijeron que el retiro del mercado podría arruinar las ventas del Galaxy Note 7 y tener un impacto duradero en la imagen de la compañía, lo que podría descarrilar su recuperación en la cuota de mercado de teléfonos avanzados frente a rivales como Apple.
El líder global en «smartphones» instó el sábado a que todos sus clientes apaguen sus Galaxy Note 7 y los devuelvan lo antes posible, como parte de un retiro iniciado voluntariamente el 2 de septiembre.