Harambe, el gorila de un zoo de Ohio que fue abatido y sacrificado después de que un niño de tres años entró en su jaula, ha cobrado vida después de la muerte.
El primate, que tenía 17 años, es el protagonista de irónicas peticiones online para renombrar el equipo de la ciudad, los Cincinnati Bengals; para sumar su rostro a los de los expresidentes estadounidenses en el Monte Rushmore o en el Lincoln Memorial, y para que su imagen aparezca en los billetes de dólar. En los homenajes en medios sociales aparece con alas y una aureola.
Incluso ha sido un falso nominado a la presidencia de Estados Unidos.
El fenómeno de Harambe se alimenta de la tristeza real que generó su muerte el pasado 28 de mayo, de la polémica todavía vigente sobre las circunstancias que llevaron a ella y de la tendencia a la sátira de muchos usuarios de medios sociales.