Esta es la horrible historia de una mujer que lamentablemente se quemó la mitad del cuerpo y tuvieron que suplantar su piel por la de muertos.
Alexandra Hollingsworth vive en la piel de otra persona. Su historia no solo es un mensaje de cuidado para los niños, sino también un intento que demuestra lo que una donación de piel puede hacer por una persona.
Tenía apenas 12 años de edad cuando ella, su hermano y sus primos, se encontraban jugando con alcohol y fósforos. De repente, las cosas se salieron de control.
Toda la casa terminó llena de humo y yo solo sentía como si los párpados se me estuvieran derritiendo. Al salir de la casa, vi que mi piel colgaba de mí, contó Alexandra al diario Daily Mail.
La mujer pasó meses en el hospital y fue sometida a 20 operaciones. Los médicos tomaron parte de la piel de sus piernas para reconstruir sus brazos, codos, manos, espalda y vientre. Sufrió quemaduras en el 52% de su cuerpo.
Las consecuencias fueron pesadillas, aislamiento y una profunda depresión. No me reconocía al verme al espejo. Creía que era un monstruo.
Tras varios meses, el cabello comenzó a crecerle y, poco a poco, Hollingsworth se comenzó a adaptarse a los cambios. Fue entonces cuando consideró practicarse un transplante de piel.
Los médicos utilizaron piel de cadáver para reconstruirle el área que faltaba. No tengo idea de quiénes hayan sido los donantes. Solo me desperté de la cirugía y ya estaba esa piel en mi pecho. Estoy feliz de que mi cuerpo no lo haya rechazado.
Ahora, Alexandra se dedica a dar a conocer su historia y, de esta manera, intentar crear conciencia al respecto. Buena parte de su trabajo es con niños sobrevivientes de quemaduras.
Realmente, soy capaz de crear empatía con los niños y amo trabajar con ellos. El fuego es algo con lo que no se debe jugar. «No vale la pena.