Un estudio del Centro Columbia para la Salud Ambiental de los Niños de la ciudad de Nueva York (EE.UU.) ha descubierto que el uso excesivo de envases de plástico por parte de mujeres embarazadas podría provocar un incremento en los síntomas asociados con la ansiedad y la depresión en los niños a la edad de 10 años.
La investigación, publicada en la revista científica ‘Environmental Research’ y citada por el portal Science Daily, encontró que la sustancia conocida como bisfenol A, ampliamente usada en la fabricación de botellas y envases plásticos, tiene un efecto negativo sobre el sistema endocrino humano al aumentar el riesgo de cáncer y, en particular, provocar cambios a nivel hormonal y del sistema nervioso a largo plazo en el feto.
El análisis contó con la participación de 241 mujeres embarazadas no fumadoras que fueron analizadas desde el principio de la gestación hasta que sus hijos cumplieron entre 10 y 12 años. Para medir los niveles de bisfenol, fueron tomadas muestras de orina de la madre durante el primer trimestre de embarazo y de los menores a los tres y cinco años.
Posteriormente y luego de observaciones, entrevistas y exámenes especializados durante casi seis años, se identificó que los niños más expuestos al químico desarrollaron síntomas de depresión y anormalidades de comportamiento que incluían agresividad e inestabilidad. Se demostró también una mayor susceptibilidad del cerebro masculino al bisfenol A y a factores externos durante el periodo fetal.
La ansiedad y la depresión son de particular interés para los científicos, ya que pueden afectar a la capacidad del niño para concentrarse, aprender, socializar y hacer amigos.