La cantante estadounidense Madonna llegó ayer a La Habana en una visita privada durante la cual celebrará su cumpleaños 58.
Madonna se aloja en el céntrico hotel Saratoga, el mismo que eligió durante su estancia en la isla en 2013 la artista Beyoncé, una de las pocas celebridades estadounidenses que visitó la otrora prohibida Cuba antes del deshielo de las relaciones con Estados Unidos, anunciado en diciembre del 2014.
Varios centenares de personas aguardaron la llegada de la «ambición rubia», quien viaja acompañada de un grupo de familiares y amigos entre los que se encuentra su hija Lourdes León, el fotógrafo Steven Klein y el bailarín y modelo Loic Mabanza.
Sin embargo, la multitud acabó disipándose ya que la diva esquivó al público y prensa congregados ante la puerta principal del hotel, y se perdió por las calles de LaHabana.
El desembarco de la cantante en Cuba estuvo precedido de un gran revuelo en las redes sociales, que anticiparon los movimientos de la estadounidense y en las que incluso se difundió una fotografía supuestamente tomada a bordo del avión en el que viajaba Madonna.
La artista tiene lazos familiares que la unen a la isla caribeña, ya que el padre de su hija Lourdes es el actor cubano Carlos León.
El hotel Saratoga, en el que se alojan Madonna y su comitiva, es un edificio de 1933 situado en el céntrico Paseo del Prado de la capital cubana, y uno de los alojamientos más emblemáticos de LaHabana.
Desde que se inició el acercamiento entre Cuba y EE.UU., la mayor de las Antillas se ha convertido en el destino de moda para numerosas celebridades y ha sido escenario de acontecimientos impensables durante décadas, como el concierto de Rolling Stones en marzo pasado o el desfile de la casa francesa Chanel en mayo.