Su adicción por el culturismo casi le cuesta la amputación de sus dos brazos.
Conocido como el Hulk humano en Brasil por sus enormes brazos y joroba, Romario Dos Santos Alves pasó un año inyectándose Synthol, una mezcla de analgésicos, aceites y alcohol, para aumentar su musculatura.
El líquido, que aplicó desde que tenía 21 años, le generó en los brazos la formación de cristales que debieron ser extirpados por el grave peligro que representaban para su salud.
Romario, quien alcanzó la fama mediática en el 2015 cuando entró al quirófano para que le extiparan los cristales, ha vuelto a ser popular, pues varios medios lo han buscado para relatar su historia después de dejar su adicción al Synthol.
Los brazos se deshincharon como un balón. Este joven que perdió los músculos de 65 centímetros que llegó a tener dice estar agradecido, pues sus brazos y su salud ya no corren peligro.
Los médicos me dijeron que todo lo que había dentro mis músculos eran roca», contó Romario, luego de asegurar que la amenaza de su esposa de abandonarlo sino ponía fin a su adicción le hizo cambiar.