Existen millones de preguntas que nunca han sido resueltas por la comunidad científica o por especialistas. Algunas son más complicadas de responder o son demasiado abstractas.
Muchos quizá se han cuestionado por qué el teclado de la computadora no está en orden alfabético. Acá te explicamos porqué. Toda una fascinante historia escondida de un objeto tan cotidiano.
De acuerdo con los historiadores, todo comenzó con la primera máquina de escribir. Construida en 1868, por Christopher Sholes, el objeto tenía una varilla como conexión cuando se pulsaba una tecla. Esta varilla debía salir y golpear la cinta de tinta, transfiriendo así la letra sobre el papel.
Los primeros modelos sí tenían las letras en orden alfabético. La «máquina de escribir» -nombre patentado- tenía solo dos filas de letras y, además, los números del 2 al 9. La letra «O» e «I» se utilizaban para los números 1 y 0.
A pesar de ese orden, hubo un defecto muy importante: «cuando ciertas letras se veían afectadas en la serie, al igual que las combinaciones de TH y ST, las varillas de la máquina de escribir se atascaban porque estaban demasiado juntas», identificó el sitio paraloscuriosos.com.
Ante tal situación, Sholes pasó alrededor de cinco años ideando cómo organizar las varillas.
En 1873, los derechos de fabricación de «la máquina de escribir» se vendieron a E. Remmington and Sons. A pesar de transferir los derechos, Sholes colaboró con las modificaciones de la máquina. De aquí se desprende un hecho importante: la empresa quería que el nombre de la marca aparecería en la primera fila, es por ello que todas las letras que componen la palabra «typewritter» se ubican en esa fila.
Las modificaciones en el orden de las letras fue un éxito. Y más cambios surgieron. Por ejemplo, en 1878 se introdujo la tecla Shift. Su función era cambiar entre mayúsculas y minúsculas.
En 1930, August Dvorak intentó crear un teclado que tuviera todas las vocales en la fila central, sin embargo, los consumidores fueron firmes al no aceptar más cambios al teclado.
Diez años después, el mundo utilizaba la máquina de escribir para escribir casi todo: cartas, historias, empezaron a utilizarse en las oficinas, hogares y escuelas. Y así, hasta nuestros días, es como ha llegado el teclado con ese orden de letras.