El cantante estadounidense de origen puertorriqueño Marc Anthony no solo enamoró con sus canciones, sino que también lo hizo con humildad, muchas veces difícil de encontrar entre los artistas exitosos.
El viernes último, en el Jockey Club, en su debut en Paraguay, se ganó el aprecio de todos desde el inicio, con talento y entrega, pero también se metió en el corazón de todos cuando invitó al escenario a la encantadora Rosita Battilana, una joven de 21 años con síndrome de Down, quien le gritó Te amo desde el sector en donde estaba ubicada.
Marc no solo la subió al escenario, sino que la llenó de besos y le dio protagonismo, cumpliendo así el sueño de Rosita. Soy feliz, era mi sueño. Jesús me ama, dijo emocionada la joven, que fue al show con sus compañeros de Arepe, invitados por RPM Producciones.
La emoción tocó al artista, que con lágrimas en los ojos y santiguándose agradeció a Dios y prometió a Rosita que se portaría bien, como ella se lo había pedido.