El héroe de Misión Imposible, Tom Cruise, fue el gran protagonista de los premios Bafta al cine británico, pero no por estar nominado. Su rejuvenecida apariencia fue el centro de atención. Ese cambio de imagen, al estilo Renée Zellweger no pasó desapercibido ni para los presentes ni para los paparazzi.
La estrella de 53 años fue el encargado de entregarle el galardón al equipo de El Renacido, la película del mexicano Alejandro González Iñárritu, y cuando se subió al escenario, apareció con el rostro estirado e inflamado.
Las imágenes del evento dejan en evidencia que uno de los sex symbols de Hollywood ha perdido sus expresiones faciales y ya no luce como antes. Todo indicaría que se sometió a una cirugía estética o recurrió al bótox.
El nuevo rostro de Cruise claramente no pasó por alto y causó gran impacto en las redes sociales.
Muchos usuarios en Twitter defendieron al actor alegando que su aspecto se debe a un simple aumento de peso, mientras que otros están convencidos de que se realizó un retoque estético nada favorecedor.
Por el momento, ni el actor ni su representante han hablado al respecto.