El rapero R. Kelly ha reconocido que sufrió abusos sexuales desde que tenía siete u ocho años hasta los 14 o 15 por parte de una mujer de su familia; y aunque al principio se sintió «avergonzado», tras un par de años, «a veces incluso deseaba que ocurriera».
«Bueno, yo les perdoné (a mi familia). A medida que me hago mayor, lo recuerdo y sé que no podía ser solo acerca de mí y de ellos, sino de ellos y de alguien mayor que ellos cuando eran jóvenes y lo que fuera que les pasase cuando eran jóvenes. Lo vi como si fuera una especie de, no sé, una maldición generacional, para entendernos, transmitiéndose en mi familia. No empezó con ella haciéndome eso», confiesa el cantante de 49 años a GQ.
Kelly decidió romper ese hábito familiar, pero sus letras fueron malinterpretadas por el público, que las tomó de manera literal.
«Bueno, ya sabes, pasa igual que con la pobreza, la pobreza también era una maldición generacional en mi familia, pero decidí que yo iba a parar esa maldición. No iba a estar arruinado como lo estaban mi madre, mis tíos, mis hermanas, que no tenían dinero, o mis primos. Una maldición generacional no significa que la maldición no pueda romperse.
Esta difícil experiencia provocó que Kelly viviera su sexualidad de forma prematura, un suceso traumático por el que no guarda rencor a la mujer que abusó de él.