Por cosas como estas sabemos que no hay nada mejor que la infancia, la niñez. Muy bien se dice por qué es la infancia la mejor etapa del ser humano, porque cuando llega la adultez no se hace más que conseguir lo material, preocuparse por la moda, el dinero y pensar en el qué dirán.
En cambio, cuando se es niño, nada importa más que disfrutar de cada situación que llene de felicidad la vida, regocijando el momento especial que se comparte con los padres y somos realmente felices con todo lo que nos traiga la vida, y eso incluye nuestros cuerpos.
La infancia es a menudo evocada con tintes nostálgicos, dada la capacidad del ser humano de rescatar lo positivo de cada recuerdo. Existe una tendencia generalizada a creer que todo lo sucedido en esos primeros años es mejor, más atractivo que el presente. Además, la mayoría de las personas suelen enternecerse al ver a un bebé, independientemente de conocerlo, de su aspecto físico, de su raza.
Claro ejemplo de ello es esta pequeña niña que están por ver a continuación, quien al soltar un gas por accidente no hizo más que reír y sentirse demasiado orgullosa de su propia hediondez, la inocencia incalculable de los niños es el motivo por el cual cada familia se siente feliz de sus retoños, mismos que cambian la vida día a día con cada gesto, cada sonrisa, cada juego y hasta cada «pedito».
Mis sobrinas gemelas, Aubrey y Presley, se cuidan una a la otra. Y cuando las cosas se ponen rudas, ella usualmente se lanzan gases, escribió la tía de las pequeñas junto al video que compartió en su cuenta de YouTube GABE’S CHANNEL. Definitivamente el mejor momento de mis vacaciones de Navidad. ¡Dulce y olorosa inocencia!, indicó.