Los científicos de la NASA han localizado un grupo de galaxias al que han apodado Cheshire Cat, el sonriente gato de Alicia en el País de las Maravillas, la historia creada por Lewis Caroll y llevada al cine por Disney. Más allá del anecdótico parecido, el descubrimiento es importante porque es la prueba de que la teoría de la relatividad de Einstein sigue dando sus frutos.
Un punto clave de la teoría de Einstein es que la materia deforma el espacio-tiempo y, por lo tanto, un objeto de gran masa puede causar una deformación observable en la trayectoria de la luz procedente de un objeto lejano. Este fenómeno se llama lente gravitacional y permite a los astrónomos probar la existencia de galaxias distantes que son imposibles de ver incluso con los telescopios más potentes.
Noticia de interés: Policía salvadoreña captura a más de 50 pandilleros
El descubrimiento del gato de Cheshire se debe a este efecto. Algunos de sus rasgos son en realidad galaxias lejanas cuya luz se ha deformado por grandes cantidades de masa, la mayor parte materia oscura.
La imagen ha sido captada por el telescopio Hubble de la NASA y el observatorio Chandra de rayos X.
Los expertos creen que el gato es lo que se conoce como un grupo fósil: un conjunto de galaxias que contiene una galaxia elíptica gigante y otras mucho más pequeñas. Los astrónomos quieren aprovechar para investigar más acerca del comportamiento de estos grupos.
HUFFINGTON POST