Una leona resultó gravemente herida durante una pelea con una manada de búfalos que luchaban por sus vida, en Kenia. Afortunadamente, los que guardan la reserva notaron el terrible desgarro en su cuerpo, estos de inmediato llamaron a un equipo de veterinarios.
La operación tenían que hacerla en el mismo lugar al aire libre, y se prolongó durante varias horas, hasta que los veterinarios suturaron músculos, piel y trataron la herida.
Salvar la vida de la leona era una prioridad, ya que tenía que regresar para cuidar a sus crías, que apenas tenían 3 meses.