Es una idea muy simple pero puede salvar a muchos migrantes.
Un tubo de goma de 16 metros con manijas permite no morir ahogados a los migrantes que saltan de botes en el Mar Mediterráneo.
Detrás de esta idea está Ben Board, un ex-marine conmovido por las imagen de Alan, el niño kurdo ahogado en las costas de Turquía.
Ya se han podido fabricar tres modelos gracias a una organización no gubernamental británica.